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La Confitería Del Molino cada vez más cerca de reabrir sus puertas

El emblemático edificio, ubicado en la esquina de las Avenidas Rivadavia y Callao, en CABA, es un referente del Art Nouveau porteño declarado Monumento Histórico Nacional.

Luego de estar por varios años en la esquina de Rivadavia y Rodriguez Peña, el 28 de febrero de 1905, la confitería se traslada a un nuevo local en Rivadavia y Callao.

El 9 de julio de 1916, en conmemoración del Centenario de la Independencia, la panadería se reinaugura como “Confitería del Molino” en un edificio que integra varias propiedades linderas y que se transformará en un ícono de la arquitectura argentina.

En 1930, la Confitería del Molino vivió uno de los momentos más duros de su historia: durante los días del golpe de Estado que derrocó a Hipólito Yrigoyen, el lugar sufrió un incendio y cerró sus puertas. La reconstrucción demandó casi un año de trabajo.

Además de una gran cantidad de figuras de la política, por este espacio circularon artistas célebres de la historia del país, como Niní Marshall y Libertad Lamarque. También autores de la talla de Oliverio Girondo y Roberto Arlt, quienes además escribieron sobre este tradicional lugar de Buenos Aires.

En el año 1997 la crisis empuja a la confitería a cerrar sus puertas y es declarada monumento histórico nacional –Decreto N  1.110/97–

En el año 2014, se transfirió el tradicional edificio porteño al Congreso de la Nación. La Comisión Administradora del Edificio del Molino, creada por ley, comenzó una serie de tareas de recuperación.