
Al hombre no le costó retirarse. Esa decisión que para los deportistas suele ser, tal vez, la más difícil de su vida porque los convierte en jubilados cerca de los 40 años, no fue un problema para Fabricio Oberto. Una noche de viernes de 2013 jugó, con la camiseta de Atenas de Córdoba, por última vez a nivel profesional y, cuatro días después, se tomó un avión para grabar su programa de TV, Lado Oberto, que despertó el gusto por aparecer delante de cámaras.
Fabricio Raúl Jesús –sí, el señor tiene tres nombres- fue en su adolescencia el pibe que vendía publicidad para la radio de su pueblo cordobés, Las Varillas, y que viajaba horas en colectivos para entrenarse y permitirse soñar con llegar al básquetbol profesional.
De jovencito, en su etapa como jugador, y más aún en estos días a sus recién cumplidos 44 años, Oberto es multifacético: conductor de radio y TV, fanático del Crossfit, corredor de carreras de autos, empresario de vinos, escalador de cerros (intentó pero no pudo hacer cumbre en el Aconcagua) y papá enamorado de su hija, Julia, que lo hizo fanático del hockey. Tantas charlas con Las Leonas en alguno de sus tres Juegos Olímpicos, le habrán servido para entender a lo que juega Julia, cada sábado a la mañana.
En esta tierra texana, donde San Antonio se erige como una ciudad calma pese a ser la quinta economía de Estados Unidos, Oberto fue campeón de la NBA en 2007 junto a Manu Ginóbili. Paseó por el River Walk, el tradicional festejo de los Spurs cuando ganan un campeonato, y fue una figura amada por los fanáticos. Sin embargo, los días para él transcurrían mansos, porque no hay que confundirse: es activo y hace de todo, pero a su ritmo, nadie le va quitar su parsimonia. Por eso, era común verlo en las tiendas buscando algún muñeco de Star Wars o prenderse con las ofertas de último momento.
Cuando caía la noche y estaba ocasionalmente sólo, sin la compañía de su familia, Fabricio se convertía en habitúe de Fralos, la pizzería que está enfrente del barrio en el que vivía Oberto y aún lo hace Manu, y donde muchas veces se los vio a Tony Parker, Tim Duncan, Boris Diaw, Tiago Splitter y a los propios argentinos, devorarse una grande de pepperoni.
Fralos era el lugar, en el que Fernet mediante, se confesaba ante Frank Hakspiel, el colombiano dueño del lugar que tal vez sea el mejor biógrafo del cordobés. Lo escuchó por horas en aquellos años, contento, triste, animado y bajoneado. Y Fralos será el lugar en el que el ex pivote lance su carrera musical a nivel internacional. Show inolvidable junto a toda su banda, New Indians, para celebrar la retirada de la camiseta de Ginóbili. Luego seguirá por varios estados del país, al que recorrerá en una camioneta rodante.
Oberto fue un brillante basquetbolista, se estableció en el máximo nivel internacional durante 15 años, y sumó títulos inolvidables. Fue doble medallista olímpico con la selección argentina y campeón con los Spurs, entre tantos trofeos. Todo junto a Manu Ginóbili.
Con Ginóbili lo une una amistad de más de 20 años. La historia cuenta que cuando coincidieron por primera vez en una selección nacional juvenil en 1997, Fabricio era el líder y Manu un recién llegado. Oberto era el que asumía las responsabilidades y Ginóbili el que acompañaba. Con el tiempo, claro, eso iba a cambiar, porque ya se sabe la historia. El grandote de casi 2.10 nunca se molestó, muy por el contrario, adoptó un nuevo rol y fue el mejor aliado de MG.
“Cómo no iba a modificar mi estilo para acomodarme a Manu, él fue un número uno y, por detrás, estábamos los demás. Crack total” dice Oberto cuando habla de aquella historia.
El mítico Ginóbili se va convirtiendo en leyenda, con su camiseta colgada en lo más alto del estadio de los Spurs, y donde ambos se abrazaron a la bandera argentina cuando lograron aquel título de 2007 ante un aún inexperto Lebron James. Casi 12 años después estarán juntos en el mismo lugar, pero con roles diferentes. Uno mirará emocionado como se eleva la histórica camiseta 20, el otro aplaudirá a rabiar por otro logro inolvidable de su amigo. Pedazo de historia hicieron juntos.
Juan Ballesteros, periodista deportivo de la Televisión Pública Argentina, invitado especial por la NBA