Adolfo Aristarain se convirtió en el primer director argentino de cine que recibe la medalla de oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y lo hizo en una ceremonia que se celebró en el Museo de Arte Latinoamericano (Malba) de Buenos Aires.

Adolfo Aristarain recibe la Medalla de Oro de la Academia en Buenos Aires: “El cine que uno hace es lo que uno es”.https://t.co/xDBT6Qmsme pic.twitter.com/5IQ6XbtHdL

— Academia de Cine (@Academiadecine) September 13, 2024

El responsable de las aclamadas Tiempo de revancha, Un lugar en el mundo, La ley de la frontera, Martín (Hache), Lugares comunes y Roma se mostró conmovido por los elogios, las felicitaciones y la presencia de parte del elenco de sus películas.

Según contó, la distinción “tiene mucho que ver con la amistad y con mi manera de ser. Creo que es mucho más personal que un premio a las películas”.

“El cine es un oficio despiadadamente traidor para quien lo ejerce. Aunque uno intente esconder lo que uno es, tarde o temprano el director desnuda su alma sin quererlo en primer plano. El cine que uno hace es lo que uno es”, expresó.

Aristarian coincidió con John Ford en que las historias se cuentan con la cara de los actores. “No hay regla que a uno le indique cuál es la toma buena. Uno la elige porque siente que en ese momento apareció la verdad. Ese sentimiento preciso en ese rostro, es algo que solo ve el director, es su visión y está determinada por lo que ha sido su vida, por lo que es él como ser humano, su moral, su ética, por su bondad o su honestidad, por su maldad o su hipocresía. Cada elección formal o argumental en una película refleja sin piedad lo que es el director como persona”, dijo.

También recordó a los actores y actrices que estuvieron en sus filmes -“porque sin ellos hubiera sido imposible hacerlos”-; y personas importantes en su trayectoria entre los que citó a Kathy Saavedra (la esposa y madre de su hijo Bruno), Mario Camus, Héctor Olivera, Manolo Marinero, Teresa Font, Manolo Velasco, Porfirio Enríquez y José Luis Alcaine.

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Sobre el posible fin del cine, el director opinó: “no puede desaparecer algo que crea la ilusión de que la vida tiene lógica y un sentido, que obedece a reglas y que hasta permite finales felices. Es como el deporte, hay reglas y resultados que obedecen a una lógica inventada y que se recibe y se siente con agrado. Como cualquier cosa que nos haga olvidar, por un rato, el sinsentido y el absurdo en el que estamos metidos. En Argentina, el Gobierno ha manifestado su desprecio por el cine. No tenemos que defender el cine, hay que defender al país. Y cuando consigamos que este Gobierno cambie, el cine va a seguir resurgiendo”.