
El juicio contra el empresario Claudio Contardi, acusado por el abuso sexual reiterado de Julieta Prandi, su expareja y madre de sus hijos, empezó con la declaración indagatoria del imputado: “Fue todo consentido”, sostuvo ante los jueces, y afirmó que él es víctima de una falsa denuncia.
Luego fue el turno de la modelo: “Era un infierno”, definió al relatar los ataques y contar los detalles de la violenta relación.
Según manifestó el empresario, no considera a Prandi “una mala mujer, mala madre o perversa”, pero sostuvo que en lo que respecta a la causa judicial “miente” para perjudicarlo, con una presunta intencionalidad económica. Y agregó: “Nunca tuve una relación con Julieta que no fuera consentida”.
La calificación en su contra es la de abuso sexual con acceso carnal agravado por causar un grave daño en la salud mental de la víctima, con una serie de hechos reiterados durante al menos tres años.
La causa comenzó tras la denuncia de Prandi ante la UFI N° 4 de Escobar en 2021. Contardi fue acusado por Prandi de someterla mientras convivían en un barrio privado de esa localidad bonaerense, “entre el 28 de julio del año 2015, fecha posterior al nacimiento del hijo mayor de ambos y el mes de marzo del año 2018, fecha en que se mudan a la localidad de Martínez”, según consta en el expediente. La pareja se separó finalmente en 2019.