
Al comienzo de la guerra en octubre, “dijimos claramente que la etapa intensiva de las operaciones duraría aproximadamente tres meses”, dijo a última hora de ayer el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
“En el norte de Gaza, esta fase llega a su fin. En el sur, vamos a conseguirlo y esto terminará pronto”, agregó, citado por la agencia de noticias AFP.
Pero a lo largo de la noche, la aviación israelí bombardeó la zona de Khan Yunis, en el sur de la Franja, epicentro de los combates estas últimas semanas y donde, según el Ejército israelí, se refugia la dirección local de Hamas.
La oficina de prensa de Hamas dijo que estos últimos bombardeos nocturnos sobre Gaza dejaron un total de 78 muertos y numerosos heridos.
En la víspera, informó de la muerte de dos rehenes israelíes a través de un video en el que una mujer joven, también secuestrada por el grupo, anunciaba los fallecimientos.
“Murieron en bombardeos sionistas sobre Gaza”, afirmó la rama armada del movimiento. El Ejército israelí rechazó estas “mentiras” y denunció “el uso brutal de rehenes inocentes”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, volvió a pedir un alto el fuego humanitario “inmediato” en la Franja de Gaza, que considera necesario para asegurar la llegada de ayuda a la población y para “facilitar la liberación de rehenes”.
La guerra comenzó por el ataque sin precedentes de Hamas contra Israel el 7 de octubre, que provocó la muerte de alrededor de unas 1.200 personas, en su mayoría civiles.
Hamas también secuestró a unas 240 personas, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina. Un centenar fueron liberadas durante una tregua en noviembre, pero 132 siguen en Gaza, de las que 25 habrían muerto, según estimaciones recientes de las autoridades israelíes.
La ofensiva israelí en la Franja de Gaza ha dejado al menos 24.285 muertos, en su mayoría mujeres y menores, según el Ministerio de Salud de gazatí, administrado por Hamas.
El ministerio reportó también 61.154 heridos, y dijo que sigue habiendo numerosas personas atrapadas entre los escombros.
El conflicto ha provocado el desplazamiento de la gran mayoría de los 2,4 millones de habitantes de este pequeño territorio.