
Un macabro hallazgo conmocionó al sur de Colombia: la Fiscalía General de la Nación confirmó que fueron encontrados los cuerpos de ocho líderes sociales y religiosos en una fosa común en una zona rural del municipio de Calamar, en el departamento del Guaviare. Las víctimas estaban desaparecidas desde abril.
Según el comunicado oficial, el descubrimiento fue posible gracias a los mecanismos de búsqueda urgente activados por las denuncias sobre la desaparición de estas personas. Los cuerpos fueron recuperados con apoyo de la Fuerza de Despliegue Rápido #1 del Ejército Nacional, en una zona donde opera el frente Armando Ríos, una de las disidencias de las FARC.
De acuerdo con la investigación preliminar, los ocho líderes fueron citados por integrantes del grupo armado, presuntamente por sospechas de que estaban organizando una célula del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la región. Luego, habrían sido interrogados y trasladados a un predio abandonado, donde fueron asesinados.
Las víctimas fueron identificadas por sus familiares como Jesús Valero, Carlos Valero, Marivel Silva, Isaid Gómez, Maryuri Hernández, Óscar Hernández, James Caicedo y Nixon Peñaloza Chacón.
Todos eran reconocidos por su labor comunitaria, social y religiosa en el caserío Agua Bonita Media, donde se registró la desaparición el pasado 14 de abril.
La Fiscalía indicó que los responsables podrían haber actuado por órdenes directas del círculo de confianza de alias ‘Iván Mordisco’, máximo líder del Estado Mayor Central (EMC), la disidencia de las FARC que más influencia tiene actualmente en esa zona.
El crimen revive la alarma por la violencia contra líderes sociales en Colombia, una problemática que persiste a pesar de los acuerdos de paz.