Las negociaciones entre el Gobierno y las empresas de colectivos que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) no prosperaron y desde las 22 del jueves 11 de agosto más de cien líneas dejaron de circular por la noche.
Las entidades patronales habían adelantado que planeaban “reducir drásticamente el resto de los servicios durante el día” y una “suspensión total de los servicios el lunes 15 de agosto”.
Las empresas pidieron “disculpas al público por los inconvenientes producidos” y aclararon que “se realizó con el objetivo de evitar la paralización total y dar más tiempo para la obtención de soluciones al problema planteado”.