Las altas temperaturas pueden tener repercusiones significativas en la salud, desde la deshidratación hasta problemas más graves como golpes de calor. Es esencial reconocer los síntomas y actuar de manera proactiva para evitar complicaciones.
Cuidados Básicos:
- Hidratación Constante: Mantenerse bien hidratado es clave. Beber agua regularmente ayuda a prevenir la deshidratación y mantener el equilibrio térmico del cuerpo.
- Protección Solar: El uso de protector solar es fundamental para evitar daños en la piel causados por la exposición directa al sol.
- Vestimenta Adecuada: Optar por ropa ligera y de colores claros ayuda a reflejar el calor, reduciendo así el riesgo de sofocación.