
Fernando Martín Peña y Roger Koza despedirán el año a puro éxtasis místico y cinéfilo, con una semana dedicada a un genio absoluto de la historia del cine: Carl Theodor Dreyer.
Dinamarca fue la cuna de este director, uno de los más talentosos e inclasificables del cine mundial. Dreyer es autor de más de una obra fundamental, maestro de los climas ominosos y las atmósferas inquietantes, obsesionado por la espiritualidad y la trascendencia. Exploró como pocos –con una visión estética exquisita–el vínculo del ser humano con lo profundo y lo sobrenatural.
Se exhibirán:
Lunes: La pasión de Juana de Arco (1928); con Renée Jeanne Falconetti, Eugene Silvain, Maurice Schutz, Michel Simon, Antonin Artaud y André Berley.
Martes: El amo de la casa (1925); con Mathilde Nielsen, Johannes Meyer, Astrid Holm, Petrine Sonne y Karin Nellemose. Sobre la obra de Svend Rindon.
Miércoles: Vampyr (1932); con Julian West, Sybille Schmitz, Henriette Gérard, Jan Hieronimko, Maurice Schutz y Rena Mandel. Sobre la novela de Joseph Sheridan Le Fanu.
Jueves: Días de ira (19743); con Thorkild Roose, Lisbeth Movin, Sigrid Neiiendam, Preben Lerdorff Rye, Anna Svierkier y Albert Hoeberg. Sobre la obra de Hans Wiers Jenssen.
Viernes: Ordet (1955); con Henrik Malberg, Emil Haas Christensen, Kay Kristiansen y Preben Leerdorff-Rye.