
La aceleración de la circulación de fentanilo por las calles estadounidenses ha generado trágicas consecuencias en un sector de la población. El fentanilo es un tipo de opiode que causa aproximadamente 200 muertes al día en Estados Unidos. Es llamada la “droga zombie”, por los efectos devastadores que pueden verse en los numerosos videos que circulan en las redes sociales.
El fiscal general de EEUU, Merrick Garland, anunció formalmente las acusaciones sobre ocho empresas chinas y 12 de sus ejecutivos. Subrayó que las sustancias químicas precursoras utilizadas en la fabricación del fentanilo provienen principalmente de empresas de dicho origen.
“Sabemos quién es responsable de envenenar al pueblo estadounidense con fentanilo, de destrozar familias y comunidades en todo el país”, dijo Garland en una conferencia de prensa, y añadió que detrás de los cientos de miles de fallecidos hay una red de narcotráfico que alcanza a varios países y continentes.
“Sabemos que esta cadena global de suministro de fentanilo comienza con frecuencia con compañías químicas en China”, sostuvo.
La explicación brindada por el fiscal general es que estas empresas promocionan la venta de productos vinculados al fentalino en línea a través de diversas plataformas. Para eludir la jurisdicción estadounidense, emplean direcciones de devolución falsas, facturas fraudulentas, etiquetas engañosas y envases que ocultan los productos, como bolsas de comida para perros.
La denuncia que realiza EE UU sostiene que en China hay varias empresas que cuentan con laboratorios que producen químicos en polvo, como la 4-piperidona. Ese producto acaba en manos de los carteles mexicanos de Jalisco y Sinaloa. Estos elaboran el producto final -fentanilo en pastillas, píldoras o en polvo- y lo cuelan en EEUU dentro de paquetes de comida o bolsas de juguetes.
El gobierno chino se mostró sorprendido con las denuncias, ya que hace poco tiempo, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, y el presidente chino, Xi Jinping mantuvieron una reunión en la que acordaron trabajar para cerrar el flujo de estos productos químicos.
Sin embargo, poco después EE UU arremetió contra empresarios de China. Las imputaciones se han hecho desde los tribunales de los distritos del Centro y Sur de Florida.
Pekín respondió señalando que el problema de los opioides tenía “sus raíces” en Estados Unidos y que el Gobierno chino está “entre los primeros del mundo” en regular sustancias como el fentanilo. “Nos oponemos firmemente a las sanciones y persecuciones de Estados Unidos contra entidades e individuos chinos”, reza un comunicado del Ministerio de Exteriores chino. “Imponer presión y sanciones no puede resolver los propios problemas de Estados Unidos y sólo creará obstáculos en la cooperación entre ambos países en materia de control de drogas”, advierten.