Fernández aclaró que Biden no sólo se comprometió a colaborar con la Argentina sino que además planteó que los organismos internacionales de crédito “deben dar una política especifica para los países de renta media”, que son las naciones que cargan con el 60% de la pobreza y que postergarlas sería una “enorme injusticia”. “Él compartió esa idea y me dijo que trabajemos juntos porque cree que eso es parte del cambio que el sistema de financiamiento internacional debe llevar adelante”, reseñó el mandatario.
“El Gobierno de Biden siempre nos acompaño en las negociaciones con el FMI, cuando el país estaba en muy malas condiciones de poder negociar. Le expliqué que, objetivamente, la sequía que Argentina vive, la peor desde 1929, le ha significado restricciones muy fuertes en sus ingresos y que, por lo tanto, teníamos que armar una suerte de puente que nos permita llegar al año entrante para tener posibilidades de recuperación de la producción agrícola, y el mayor desarrollo de Vaca Muerta, pues ya tendremos funcionando el gasoducto y seguramente ya estarán en marcha los proyectos de plantas de licuefacción de gas”, expuso Fernández.
El mandatario destacó además que Estados Unidos “es el primer comprador de litio a la Argentina”, por lo que le pidió que “siguiera acompañando en los organismos internacionales de crédito”. “Me dijo que contara con él y con su Gobierno”, dijo Fernández y destacó además la postura de Biden de una política especifica para los países de renta media, que siempre quedamos postergados en la distribución que hacen”.
También señaló que coincidieron con Biden en que ambos recibieron una “economía destruida” de parte de los gobiernos que los precedieron, en referencia a las administraciones de Mauricio Macri y Donald Trump, en Argentina y Estados Unidos, respectivamente, por lo que se impone “afrontar las dificultades que la economía en mal estado genera”.
Fernández dijo además que “la invasión de Rusia a Ucrania es inadmisible” y llamó a “hacer lo necesario para ponerle fin a esta guerra”. “Cuanto más dura esta guerra, más daño hace al mundo y particularmente a las economías del sur. En el mundo en que vivimos es inadmisible pensar que conflictos territoriales se puedan dirimir a partir de las armas. Planteé la necesidad de buscar que las partes vuelvan a sentarse y encontrar una solución dialogada”, consignó.