La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris se enfrentará el martes al expresidente Donald Trump por primera vez desde que se convirtió en la candidata demócrata, en un debate donde se espera que los dos pretendientes a ocupar el salón Oval se saquen chispas.
El campo de juego es diferente al de hace dos meses, cuando el pésimo desempeño del presidente Biden en el debate provocó una ola de preocupación sobre su capacidad para derrotar a Trump, el candidato republicano.
Desde entonces, han sucedido muchas cosas: Trump sobrevivió a un intento de asesinato, aceptó la nominación presidencial del Partido Republicano, Biden abandonó la carrera y Harris tomó el control y se aseguró la nominación del partido gobernante.
Al comienzo de su campaña, Harris recuperó el terreno que Biden perdió en las encuestas en algunos de los estados clave y ahora está prácticamente empatada con Trump.
A pesar de una oleada de apoyo y de cantidades de recaudación de fondos supuestamente récord, es probable que la fase color rosa de la californiana termine, especialmente ahora que Trump y los republicanos buscan intensificar el vigor de su campaña.
La primera oportunidad para que Trump demuestre su revigorizada apuesta por la Casa Blanca llegará mñana, en Filadelfia.
Cómo será el debate
El enfrentamiento en el Centro Nacional de la Constitución, un centro educativo y museo dedicado a la Constitución de los Estados Unidos, no tendrá audiencia en vivo y tampoco contará con micrófonos abiertos, por lo que los candidatos no podrá interrumpirse ni hablar sobre el otro.
Los candidatos estarán equipados con un bolígrafo, un bloc de papel y una botella de agua en sus podios. Se prohibirá el uso de accesorios o notas escritas previamente.
Trump ganó el sorteo para decidir el orden de las declaraciones finales de los candidatos o sus ubicaciones en el podio.
El expresidente volvió a elegir el orden de las declaraciones, optando por dar la última declaración de cierre. Harris seleccionó el podio que estará a la derecha de las pantallas de los espectadores.
Harris y Trump tendrán dos minutos para sus respuestas, dos minutos para refutaciones y un minuto para seguimientos, respuestas a refutaciones o aclaraciones. Tendrán dos minutos para las declaraciones finales.
Los candidatos no pueden hacerse preguntas entre sí y no se les permitirá interactuar con el personal de campaña durante las pausas comerciales.
Una previa caliente
Kamala Harris dijo que espera que el expresidente Donald Trump “vaya a mentir” durante su debate y se está preparando para esas “mentiras”, afirmó en una entrevista de radio pregrabada difundida el lunes.
“No hay límite para él en términos de cuán bajo pueda llegar”, dijo la vicepresidenta. “Y deberíamos estar preparados para eso. Deberíamos estar preparados para el hecho de que no tiene la carga de decir la verdad”.
En respuesta a los comentarios de Harris, la portavoz de Trump, Karoline Leavitt, dijo en un comunicado que Harris será “la única persona que miente en el escenario del debate” y la calificó de “liberal peligrosa de extrema izquierda”.
Ambos candidatos preparan la mejor estrategia para debatir al otro.
Es probable que Trump relacione a Harris con la criticada gestión de Biden de la economía y la inmigración. También puede destacar aspectos del historial político de la vicepresidenta, incluido su apoyo anterior a la despenalización de los cruces fronterizos y la prohibición del fracking, dos políticas que apoyó durante su candidatura presidencial de 2020 y en las que ha insistido desde entonces.
Por su parte, duramente el último mes, Harris vinculó repetidamente a la plataforma de Trump con el “Proyecto 2025”, un conjunto de propuestas políticas para un posible segundo mandato presentado por un grupo de expertos conservador, The Heritage Foundation. Trump dijo estar distanciado del plan, que incluye más restricciones al acceso al aborto y una serie de medidas que aumentarían el poder ejecutivo. Es probable que, desde su atril en Filadelfia, Harris vuelva a la carga con el tema.