
La esperada boda entre el fundador de Amazon, Jeff Bezos, de 61 años, y la expresentadora de televisión Lauren Sánchez, de 55, puso a Venecia en el centro de atención esta semana. Desde su compromiso en mayo de 2023, la pareja ha sido el foco de atención mediática, y la especulación sobre la fecha, el lugar y la lista de invitados de sus extravagantes nupcias ha sido constante.
Un despliegue de lujo sin precedentes
Se estima que la pareja desembolsará entre 7 y 10 millones de dólares, o incluso más, por los tres días de celebraciones. Una cifra que, si se compara con la fortuna de Bezos, estimada por Forbes en 225 mil millones de dólares (lo que lo posiciona como la cuarta persona más rica del mundo), no representa un gran impacto.
La lista de invitados es igualmente impresionante, con alrededor de 200 personalidades confirmadas, incluyendo a Oprah Winfrey, Kim Kardashian, Orlando Bloom, la Reina Rania de Jordania, Leonardo Di Caprio, Ivanka Trump y su familia, y Bill Gates. La llegada de estos invitados provocó un notable aumento en el tráfico aéreo de la zona, con aproximadamente 90 jets privados yendo y viniendo en los aeropuertos de Treviso y Venecia.
Tanto Bezos como Sánchez ya han caminado por el altar con anterioridad. Jeff Bezos estuvo casado con MacKenzie Bezos durante 25 años, hasta su divorcio en abril de 2019. Como parte del acuerdo, MacKenzie, ahora conocida como MacKenzie Scott, recibió el 25% de la participación de Bezos en Amazon, lo que le otorga una fortuna de 30 mil millones de dólares y la ubica entre las 100 personas más ricas del mundo. Por su parte, Lauren Sánchez también se divorció en 2019 de su primer esposo, el agente de talentos Patrick Whitesell, tras 14 años de matrimonio.
Una boda fastuosa
Se rumorea que la novia lucirá 27 vestidos diferentes a lo largo de los tres días de festejos. Su equipo de estilistas incluye a la influyente editora de Vogue,Anna Wintour, y entre los diseñadores se mencionan nombres de la talla de Oscar de la Renta y Dolce & Gabbana. Incluso las damas de honor contarán con personal dedicado para cuidar y ajustar sus atuendos.
El menú es un secreto celosamente guardado, pero se sabe que estará a cargo de un equipo de chefs estrella, con un costo estimado de €1,000 por persona.
A pesar del glamour, la boda no ha sido bien recibida por todos en Venecia. La ciudad, con una población de aproximadamente 50,000 habitantes en su centro histórico, se enfrenta al desafío del turismo masivo. Alrededor de una docena de organizaciones venecianas, incluyendo defensores de la vivienda y activistas anti-cruceros, han unido fuerzas para protestar bajo el lema “No Space For Bezos” (No hay espacio para Bezos), un juego de palabras que también alude al reciente y polémico vuelo espacial de Sánchez a bordo de un cohete de la empresa de vuelos espaciales privados propiedad de Bezos.
Los manifestantes trealizaron durante toda la semana protestas a pequeña escala, desplegando pancartas en sitios icónicos de la ciudad. Recientemente, se les unieron Greenpeace y el grupo británico “Everyone Hates Elon”, para desplegar una pancarta gigante en la Plaza de San Marcos que rezaba: “SI PUEDES ALQUILAR VENECIA PARA TU BODA, PUEDES PAGAR MÁS IMPUESTOS”.
Las críticas se centran en las prácticas laborales de Amazon, las disputas fiscales con gobiernos europeos y las asociaciones políticas de Bezos.
Oliviero Cassarà, activista y organizador, aclaró en un comunicado que el movimiento no tiene problemas con los estadounidenses ni con las bodas en Venecia, pero criticó: “Bezos apoyó a Trump económica y políticamente y, en consecuencia, es corresponsable de esta deriva contra nosotros, ciudadanos italianos y europeos”.
Los activistas también sostienen que la boda de Bezos es un claro ejemplo de las deficiencias en la gobernanza municipal, mientras que los residentes lamentan que sus necesidades sean ignoradas en la era del turismo descontrolado.
De hecho, los manifestantes lograron una “enorme victoria” esta semana: la presión obligó a la pareja a cambiar la lujosa ubicación de la boda de la Scuola Grande della Misericordia al Arsenale, un famoso complejo de astilleros rodeado de muros fortificados, situado más allá del centro congestionado de Venecia.
Según la prensa local, este cambio se debió a preocupaciones de seguridad, especialmente después de la participación de Estados Unidos en el conflicto entre Israel e Irán, y la presencia de Ivanka Trump en la lista de invitados.