En un partido de alto voltaje Suiza venció 3-2 a Serbia y ahora le toca Portugal
Con el arbitraje del argentino Fernando Rapallini, fue un duelo de tensiones con la guerra de los Balcanes muy presente. Más allá del ida y vuelta que tuvo el juego, las rispideces del final incluyeron escenas al borde del pugilato.
Hay una historia que va más allá de la pelota entre suizos y serbios. Por eso hubo otra vez alta tensión entre ellos. Por eso estuvieron al borde de las trompadas en pleno partido, más allá del boleto a octavos de final que estuvo en juego.
Este cruce entre suizos y serbios remitió irremediablemente a la guerra de los Balcanes (1991-2001) y tenía como antecedente cercano un partido entre ambas selecciones en Rusia 2018, en el que dos jugadores helvéticos de origen kosovar, que integran la actual Selección, festejaron su victoria imitando al águila bicéfala, símbolo de la bandera albanesa.
En 2018 el delantero suizo Xherdan Shaqiri, de raíces albanesas y nacido en Kosovo, corrió más de treinta metros y marcó justo cuando se completaban los 90 minutos el gol con el que Suiza venció 2-1 a Serbia, que además dejó a los helvéticos al borde de la clasificación a los octavos de final.
:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/KXH7OEWUN5B6THZDAHEFVNQ4JU.webp)
Ahora en Qatar el encuentro, decisivo para el pase a octavos, tuvo una previa tensa. Y vaya si se notó en la cancha.
Precisamente con un tanto de Shaqiri los suizos se pusieron en ventaja, después pasó al frente Serbia y con ese 2-1 se clasificaba, pero lo volvió a dar vuelta Suiza y terminó ganando 3-2 un partido que se jugó mucho más allá de la raya de cal.