Corte Internacional de Justicia

En La Haya, Israel se defiende y rechaza la acusación de genocidio

“Lo que Israel busca operando en Gaza no es destruir un pueblo, sino proteger un pueblo, el suyo, atacado en múltiples frentes”, afirmó uno de los abogados de Israel, que cuestionó como Sudáfrica no probó su “intención genocida” en el recurso de emergencia que presentó en diciembre ante la máxima instancia judicial de la ONU.

En La Haya, Israel se defiende y rechaza la acusación de genocidio

Israel afirmó este viernes que no busca “destruir” al pueblo palestino y declaró que el caso por genocidio presentado en su contra ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) está “totalmente distorsionado” y no refleja la realidad del conflicto en la Franja de Gaza.

Sudáfrica presentó en diciembre un recurso de emergencia ante la máxima instancia judicial de la ONU, con sede en La Haya, al argumentar que Israel violó la Convención para la Prevención de Genocidios, firmada en 1948 después del Holocausto, y el jueves expuso sus argumentos ante el tribunal.

Sudáfrica mostró “lamentablemente ante la corte una imagen factual y jurídica totalmente distorsionada”, declaró Tal Becker, uno de los abogados de Israel.

“El conjunto de sus argumentos se basa en una descripción de la realidad de las hostilidades actuales deliberadamente organizada, descontextualizada y manipulada”, agregó el letrado.

Los representantes legales de Israel afirmaron que el caso de Sudáfrica era “infundado”, “absurdo” y equivalente a “difamación”, y dijeron que Israel no buscaba destruir a un pueblo sino proteger a su pueblo.

Los argumentos de Israel giraban en torno a su “derecho a la autodefensa” tras los ataques de Hamas el 7 de octubre , así como a lo que llamó una falta de pruebas de “intención genocida”.

Christopher Staker, un abogado que representa a Tel Aviv, dijo: “Las inevitables muertes y el sufrimiento humano de cualquier conflicto no son en sí mismos un patrón de conducta que muestre de manera plausible una intención genocida”.

Malcolm Shaw, profesor de derecho internacional que representa a Israel, dijo que el caso se relaciona únicamente con cargos de genocidio, que “está solo entre las violaciones del derecho internacional como el epítome del mal”. Si la acusación de genocidio se formula incorrectamente, “se perdería la esencia de este crimen”, afirmó.

Shaw añadió que esa evidencia faltaba en los argumentos que Sudáfrica presentó un día antes.

Al detallar sus pruebas el jueves, Tembeka Ngcukaitobi, abogado de Sudáfrica, dijo: “Las pruebas de la intención genocida no sólo son escalofriantes, sino que también son abrumadoras e incontrovertibles”.

Becker afirmó en la audiencia que “lo que Israel busca operando en Gaza no es destruir un pueblo, sino proteger un pueblo, el suyo, atacado en múltiples frentes”, consignó la agencia de noticias AFP.

El objetivo del recurso de Sudáfrica es que los jueces de la CIJ ordenen un cese inmediato de la campaña militar lanzada por Israel tras el ataque del 7 de octubre del movimiento islamista palestino Hamas en territorio israelí, que dejó unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y secuestraron y el secuestro de unas 240 personas, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina.

La respuesta de Israel, que prometió “aniquilar” a Hamas, dejó hasta el momento más de 23.400 muertos, una gran mayoría de ellos mujeres y niños, y una grave crisis humanitaria, con escasez de suministros esenciales y alrededor de 1,9 millones de personas (de un total de 2,3 millones que viven en el enclave) obligadas a abandonar sus hogares.

Israel y Estados Unidos, su principal aliado, rechazaron el caso presentado ante la CIJ alegando que carece de fundamentos.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desestimó tras la audiencia del jueves las acusaciones de Sudáfrica y afirmó que no es su país, sino Hamas quien está perpetrando un “genocidio”.

“Israel tiene derecho a defenderse”, señaló el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller. “Israel opera en un entorno excepcionalmente difícil en Gaza, un campo de batalla urbano en el que Hamas (…) se esconde intencionadamente detrás de civiles”, añadió.

El caso

La CIJ podría pronunciarse en pocas semanas y aunque la decisión del tribunal es vinculante, no tiene ninguna fuerza que garantice su aplicación. Tras el inicio de la invasión rusa en Ucrania en 2022, por ejemplo, ordenó a Moscú que detuviera sus operaciones, lo que no ocurrió.

El tribunal no va a pronunciarse sobre el fondo del caso, es decir sobre si Israel está cometiendo un genocidio, pero sí sobre si la población de Gaza está en peligro.

El recurso presentado por Sudáfrica se basa en que ambos países firmaron la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

El ministro de Justicia sudafricano, Ronald Lamola, argumentó el jueves en La Haya que la respuesta de Israel tras los ataques del 7 de octubre “cruzó una línea”.

“Ningún ataque armado en el territorio de un Estado, por muy grave que sea (…), justifica que se vulnere la Convención”, afirmó.

“Los genocidios nunca se declaran con antelación, pero este tribunal cuenta con las últimas 13 semanas de pruebas que muestran de forma irrefutable un modelo de comportamiento y de intención que justifica una acusación verosímil de actos genocidas”, afirmó Adila Hassim, una de las abogadas de Sudáfrica.

El portavoz del ministerio de Relaciones Exterioresisraelí, Lior Haiat, tildó a Sudáfrica de actuar como el “brazo jurídico” de Hamas y afirmó que las acusaciones son “uno de los mayores espectáculos de hipocresía de la historia”.