En el aniversario de Stalingrado, Rusia le mete presión a Ucrania y la UE
Guerra en Europa del Este

En el aniversario de Stalingrado, Rusia le mete presión a Ucrania y la UE

El canciller ruso, Serguei Lavrov, acusó hoy de “racistas” y “nazis” a los países occidentales que ayudan a Ucrania y apuntó en particular contra las autoridades de la Unión Europea, en vísperas de una cumbre entre el bloque y Kiev. El Kremlin vinculó la guerra en Europa del Este con la batalla que significó la victoria más importante contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, en su 80 aniversario.

El canciller ruso, Serguei Lavrov, acusó hoy de “racistas” y “nazis” a los países occidentales que ayudan a Ucrania y apuntó en particular contra las autoridades de la Unión Europea, en vísperas de una cumbre entre el bloque y Ucrania.

El diplomático ruso se mostró encendido tras los dichos de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que declaró que “el resultado de la guerra debe ser la derrota de Rusia, y una derrota tal que no se levante durante décadas, ni pueda restaurar su economía”.

“¿No es (eso) racismo, nazismo y un intento de resolver la cuestión rusa?”, afirmó Lavrov en rueda de prensa en Moscú, en referencia a la “solución final de la cuestión judía”, el Holocausto orquestado por los nazis, informó la agencia de noticias AFP.

El canciller insistió en que ve las declaraciones de los aliados occidentales de Ucrania “como un intento de resolver definitivamente la ‘cuestión rusa'”, una comparación que ya había hecho y que fue condenada por Israel.

También el presidente, Vladimir Putin, hizo referencia al nazismo.

Hace dos semanas, el mandatario reiteró que la invasión a Ucrania era para proteger a la población del este separatista del “régimen neonazi” de Ucrania.

En una entrevista concedida al medio ruso Sputnik, Lavrov amplió responsabilidades. El canciller ruso aseveró que Moscú se encuentra ahora mismo en el epicentro de una batalla geopolítica y que “no debe haber duda alguna sobre esto”. Aseguró que ve cómo “toda la OTAN está librando una guerra contra Rusia”.

Von der Leyen llegó hoy a Kiev, la capital ucraniana, para asistir a una reunión de la Comisión Europea con el Gobierno ucraniano y a una cumbre sobre la candidatura de adhesión de Ucrania a la Unión Europea (UE), prevista para mañana.

Stalingrado, no cualquier efeméride

La histórica victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial sigue siendo un poderoso símbolo de patriotismo en Rusia, especialmente mientras avanza en su guerra en Ucrania, a la que el presidente Vladimir Putin se refirió en muchas ocasiones como una “operación de desnazificación.”

En ese sentido, el 80 aniversario de la victoria soviética en el Batalla de Stalingrado se conmemora a lo grande hoy en todo el país, en especial en Volgogrado (cómo Stalingrado pasó a llamarse tran la disolución de la URSS).

Las comparaciones con el pasado están por todas partes en la ciudad de un millón de habitantes, donde cada calle tiene un recuerdo de la destrucción de hace ocho décadas.

Los símbolos de las fuerzas de Rusia en Ucrania, las letras Z y V, se muestran junto a pancartas y monumentos en honor a las tropas soviéticas.

Además de los tradicionales desfiles militares y celebración a la memoria de los caídos y veteranos, el festejo a días del primer aniversario de la invasión a Ucrania contó con el homenaje a Stalin y el general Zhukov, considerados como los estrategas de la victoria del Ejército Rojo.

El 2 de febrero de 1943, la defensa sostenida de la ciudad de Stalingrado (ahora Volgogrado) por parte de la Unión Soviética terminó con la rendición de 91.000 soldados del 6º ejército alemán al mando del general von Paulus.

La batalla por la ciudad se había desatado desde de septiembre del año anterior. Las cifras de pérdidas humanas no son certeras, pero se estima que para la Unión Soviética rondaron el medio millón.

El hecho de que los nazis no ganaran la lucha por Stalingrado y avanzaran por el sur hasta los centros petroleros de Grozny y Bakú representó un gran revés para la estrategia de Hitler y es considerada como el principio del final del Tercer Reich.