Economía

El trabajo forzoso aumentó en todo el mundo: radiografía de la “esclavitud moderna”

Un informe estima que 1 de cada 150 personas está esclavizada en todo el mundo. La cifra aumenta a 1 de cada 130 para mujeres y niñas. La Organización Mundial del Trabajo calificó de “obsceno” el incremento constatado de los beneficios anuales generados por el trabajo forzoso a nivel global. Asia-Pacífico es la región que alberga más de la mitad de casos relevados.

El trabajo forzoso aumentó en todo el mundo: radiografía de la “esclavitud moderna”

Los beneficios ilegales del trabajo forzoso en todo el mundo han aumentado hasta la cantidad “obscena” de 236 mil millones de dólares (218 mil millones de euros) por año, informó este martes la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

La agencia de la ONU para asuntos relacionados con el mundo laboral dijo que la cifra de 2021, el año más reciente cubierto por el minucioso estudio internacional, supone un aumento del 37%, o 64.000 millones de dólares, en comparación con su última estimación publicada hace una década. Esto es el resultado de que más personas son explotadas y de que cada víctima genera más dinero, según la OIT.

El informe califica de “obsceno” el nivel de ganancias anuales generadas por el trabajo forzoso en el mundo. La cifra representa ganancias “en la práctica robadas de los bolsillos de los trabajadores” por quienes les obligan a trabajar, así como dinero sustraído de las remesas de los migrantes y la pérdida de ingresos fiscales para los Gobiernos.

Qué es el trabajo forzoso

La OIT define el trabajo forzoso como el trabajo que se impone contra la voluntad del empleado y se exige bajo castigo o amenaza de ello. Puede ocurrir en cualquier fase del empleo: durante la contratación, en las condiciones de vida asociadas con el trabajo o al obligar a las personas a permanecer en un trabajo cuando quieren dejarlo.

El trabajo forzoso puede ser impuesto a adultos y niños por las autoridades estatales, por empresas privadas o por particulares. Se observa en todo tipo de actividad económica, como el trabajo doméstico, la construcción, la agricultura, la manufactura, la explotación sexual, la mendicidad forzada, etc. y en todos los países.

El trabajo forzoso es diferente de las condiciones laborales deficientes o de explotación.

Se pueden utilizar varios indicadores para determinar cuándo una situación equivale a trabajo forzoso, como restricciones a la libertad de movimiento de los trabajadores, retención de salarios o documentos de identidad, violencia física o sexual, amenazas e intimidación o deudas fraudulentas de las que los trabajadores no pueden escapar.

Además de ser una grave violación de los derechos humanos y laborales fundamentales, la imposición de trabajos forzosos es un delito penal en la mayoría de los países del mundo.

Las personas sometidas a trabajos forzosos están sujetas a múltiples formas de coerción, siendo la retención deliberada y sistemática de los salarios una de las más comunes.

La región que concentra más de la mitad de casos mundiales

Se estima que 27,6 millones de personas se encuentran en todo el mundo en situación de trabajo forzoso, un aumento del 10% respecto a cinco años antes, dijo la OIT.

Hay una región que exhibe las peores cifras: Asia-Pacífico alberga más de la mitad de ellos, mientras que África, América y Europa-Asia Central representan cada una alrededor del 13% al 14%.

Sin embargo, más de la mitad de las personas esclavizadas viven en países del Grupo de los 20, un bloque formado por las economías más ricas del mundo, según el informe.

Los países del G-20 importan anualmente alrededor de 468 mil millones de dólares en productos que corren el riesgo de ser fabricados por el trabajo de personas esclavizadas, incluidos productos electrónicos, ropa y paneles solares, según el informe.

Alrededor del 85% de las personas afectadas trabajaban en “trabajos forzosos impuestos de forma privada”, que pueden incluir esclavitud, servidumbre, trabajo en condiciones de servidumbre y actividades como formas de mendicidad en las que el dinero recibido va en beneficio de otra persona, dijo la OIT.

El resto se encontraba en trabajos forzados impuestos por las autoridades gubernamentales, una práctica no cubierta en el informe, y que incluye el trabajo obligatorio y a destajo de internos de las prisiones en algunos países del mundo.

Esclavitud moderna y los estados

El informe, un censo mundial de la esclavitud moderna basado en datos de 2021, también encuentra evidencia de trabajo forzoso impuesto por el Estado en Estasod Unidos, Bielorrusia, Brasil, China, Egipto, Libia, Malí, Mongolia, Myanmar, Polonia, Rusia, Ruanda y Turkmenistán. , Vietnam y Zimbabue.

Según el derecho internacional, los gobiernos pueden exigir que las personas trabajen bajo ciertas condiciones, como el servicio militar obligatorio y estados de emergencia. Pero “un Estado excede estos límites cuando obliga a los ciudadanos a trabajar como castigo por expresar o actuar según opiniones políticas, o con fines de desarrollo económico, o como medio de discriminación racial, étnica, social o religiosa”, según estándares resumidos en el informe.

En todo el mundo, las autoridades gubernamentales obligaron a alrededor de 3,9 millones de personas a trabajar, entre alrededor de 50 millones de personas esclavizadas en trabajos o matrimonios involuntarios, según estimaciones del informe, elaborado en colaboración con la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas y la Organización Internacional para las Migraciones.

La trata, tres cuartas partes del total mundial de ganancias del trabajo forzoso

Si bien poco más de una cuarta parte de las víctimas en todo el mundo fueron objeto de explotación sexual, esta representó casi 173 mil millones de dólares en ganancias, o casi las tres cuartas partes del total mundial, una señal de los mayores márgenes generados por la venta de sexo.

Alrededor de 6,3 millones de personas enfrentaron situaciones de explotación sexual forzada en un día cualquiera de 2021, y casi cuatro de cada cinco de esas víctimas eran mujeres, dijo la OIT. Los niños representaron más de una cuarta parte del total de casos.

El trabajo forzoso en el sector industrial quedó en un distante segundo lugar, con 35.000 millones de dólares, seguido por los servicios con casi 21.000 millones de dólares, la agricultura con 5.000 millones de dólares y el trabajo doméstico con 2.600 millones de dólares, según la OIT.