Europa

El Parlamento de Georgia aprueba la ley de “agentes extranjeros”, en medio de protestas

La controvertida ley de ‘agentes extranjeros’, que obligaría a los medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales con más del 20% de financiamiento foráneo a registrarse como agentes con “influencia extranjera”. Nicaragua aprobó una norma similar en los últimos años. Hubo protestas e incidentes.

El Parlamento de Georgia aprueba la ley de “agentes extranjeros”, en medio de protestas

Tras días de debates y en medio de multitudinarias protestas, el E de Georgia aprobó la polémica ley de ‘agentes extranjeros’, este martes 14 de mayo.

El proyecto pasa ahora a la presidenta Salomé Zourabichvili, que ya ha señalado que lo vetará. Sin embargo, su decisión puede ser anulada mediante otra votación en el Legislativo, controlado por el partido gobernante y sus aliados.

La iniciativa fue aprobada en tercera lectura tras una intensa jornada. Con empujones y gestos de enfado, los parlamentarios oficialistas y de oposición debatieron el proyecto de ley.

Desde las primeras horas de la mañana, frente al Parlamento se agruparon cerca de 1.000 manifestantes en contra de la medida, rodeados por una amplia presencia de policías antidisturbios con cañones de agua a disposición.
El rechazo a la iniciativa parlamentaria convocó a más de 50.000 manifestantes el pasado 11 de mayo, que tomaron las calles de la capital Tiflis en una de las mayores protestas desde que el país se independizó de la entonces Unión Soviética en 1991.

Los puntos clave

La ley impondría a medios y organizaciones no gubernamentales que reciban al menos 20% de financiamiento extranjero a registrarse como agentes “dedicados a los intereses de potencias extranjeras”.

Las organizaciones deberán entonces hacer frente a costosos requisitos de divulgación y a posibles multas en caso de infracciones.

El Gobierno, dirigido por el primer ministro Irakli Kobakhidze del partido Sueño Georgiano, considera que la ley es necesaria para promover la transparencia y preservar la soberanía nacional, previniendo, señala, esfuerzos extranjeros para desestabilizar el país.

Por su parte, los opositores, entre los que se encuentra la presidenta Salomé Zourabichvili, acusan el autoritarismo del proyecto de ley, que estaría inspirado en una ley rusa utilizada por el Kremlin para intimidar y desacreditar a los que critican al Gobierno. Significaría un retroceso para la democracia georgiana, sostienen.

Los críticos destacan que la iniciativa es una prueba de si la nación del sur del Cáucaso se mantiene en el camino hacia la integración con Europa o gira hacia Rusia.

Consideran que sería una barrera a la integración de Georgia en la Unión Europea, posiblemente, lo que probablemente desencadenará más protestas en una nación que, según los sondeos de opinión, mayoritariamente aspira a unirse al bloque actualmente de 27 países.