Sergio Verón: “El momento más lindo es cuando mis hijas me dicen papá”

El kinesiólogo de cabecera de Mañanas Públicas, Sergio Verón, compartió hoy en Mañanas Públicas su experiencia de adopción y paternidad. Contó que “desde muy joven soñaba con ser papá” y que “el momento más lindo del día es cuando ellas ante cualquier necesidad vienen y te dicen papá”, cuando te dicen “no me puedo dormir, quiero estar un rato con vos” o te preguntan “papá, ¿hoy qué historia me vas a contar?”.

Verón y su pareja recibieron en adopción a Ariana y Cristal en 2020, durante la pandemia. En ese momento, pese a que por los protocolos sanitarios sólo pudieron ver los ojos de sus hijas, recordó que “nos conocimos, las miré y me dije: son hermosas, son maravillosas, seguramente van a ser mis hijas”. También repasó la llegada a la casa, en la que debieron respetar “sus tiempos y sus temores, pero –dijo– entraron y automáticamente se fueron apropiando de un montón de cosas”.

Desde entonces, “se fue construyendo una nueva casa; muchas cosas se fueron armando desde que ellas llegaron a casa. Ellas eligieron y fueron armando su espacio”, comentó y detalló que “además en plena pandemia era todo el tiempo conocernos, nosotros descubrir cuáles eran sus gustos, desde la comida hasta la ropa, los tiempos de descanso, de estudio”.

Sobre el camino que los condujo a la adopción, que comenzaron a recorrer en 2019, detalló que si bien evaluaron la “subrogación de vientres”, prefirieron acudir a “instituciones y organizaciones que trabajan con niños en adopción”.

A la charla se sumó Itatí Cándida, encargada del organismo público que participó en ese proceso. Ella es directora del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires, organismo que coordina el registro de guardas con fines de adopción.

Sobre el mito de la burocracia, detalló que “La primera pregunta que hay que hacerse es ¿puedo con un niño más grande?, o ¿puedo con dos hermanitos? O solamente sigo pensando en un bebé”. En ese sentido, indicó que la cantidad de “niños de primera infancia para adoptar es menos de 20% y que el 60% tiene seis años o más y hay grupos de hermanos. Es fundamental que conozcamos cuál es la realidad de los niños”. Agregó que “cuando se habla de espera, se piensa en los adultos que están esperando en el registro, pero son los niños los que están esperando”.

Verón por su parte también cuestionó el mito de que el trámite es dificultoso: “es un trámite que es obvio, el Estado necesita saber quién sos vos; eso fue lo menos complicado”. Dijo además que, junto con su pareja participó en “charlas para aprender que implica esta posibilidad de ahijar niños o niñas, en las que se encontraron con mucha gente que en su mayoría quería “adoptar bebés”, pero aclaró que ellos no tenían “restricción con respecto a la edad”, de hecho, sus hijas tenían 9 y 11 años al llegar a la casa en 2020.

Sobre la tarea del Consejo, contó que “hacen muchísimas cosas detrás de todas las familias, te van contando las cosas buenas y las malas, que en realidad tienen que ver con que viene el colegio, los berrinches, la salud, el crecimiento, el ruido dentro de la casa, empezar a pensar en otro proyecto”.

De sus hijas, Verón destacó que “tienen una gran necesidad de tener a quien recurrir desde lo afectivo, más allá de que todo el equipo donde ellas vivían estaban acompañadas y contenidas en salud y educación, pero ellas sabían que era un lugar de paso”. Además se mostró sorprendido porque “ellas eligieron el modelo de familia” y aprendieron que había familias con “mamá, mamá; papá, papá; mamá sola”.

En ese sentido, Itatí Cándida detalló que “la adopción pone en crisis el modelo de familia, que mamá hay una sola, que papá hay uno solo, porque los roles se habitan, se eligen, se dotan de contenido todo el tiempo, por eso la palabra papá está cargada de emoción y sentimiento”.