El lado B del Mundial

El modelo laboral de Qatar, bajo la lupa

Las prácticas laborales del Emirato árabe están en el ojo de la tormenta desde que se conoció su designación como sede de la Copa del Mundo, y se encuentran en el tope de las razones por las que hinchas alrededor del mundo piden boicotear el torneo. Los números, las historias humanas y las tragedias detrás del lujo qatarí.

El modelo laboral de Qatar, bajo la lupa

Desde que fue designado como anfitrión del Mundial por la FIFA, miles de trabajadores migrantes fueron contratados para la construcción de estadios y la adaptación de la infraestructura en Qatar.

Allí, enfrentaron el calor extremo y malas condiciones laborales. Algunos medios internacionales aseguran que cerca de 6500 obreros murieron en las obras.

Qatar disputa el dato, que triplica las muertes totales anuales en el Reino. Y asegura que la cifra es cercana a las 40 muertes desde 2011.

Sin embargo, sí se registran miles de accidentes laborales sin víctimas fatales.

El escrutinio global provocó algunos cambios en el modelo laboral del Emirato, pero con los ojos del mundo posados en Qatar, parecen no ser suficientes.

A continuación, todo lo que hay que saber sobre el controvertido asunto.

Los números en disputa

En febrero de 2021, la publicación inglesa The Guardian aseguró que 6.500 trabajadores migrantes murieron en Qatar desde que el país fue declarado como sede del mundial de fútbol.

Amnistía Internacional, por otra parte, aseguró que de acuerdo a las propias estadísticas oficiales de Qatar, el número ascendía a 15.021 en esos 10 años.

Las dos cifras fueron entonces recogidas alternativamente por distintas publicaciones, organismos y editorialistas. Pero el modo en el que fueron presentadas es engañoso.

En primer lugar, ambas cifras se refieren simplemente a los no cataríes de varias nacionalidades y en varias ocupaciones que han muerto en Qatar en la última década.

E incluye no sólo a operarios que pueden o no haber sido empleados en proyectos relacionados con la Copa del Mundo; sino también maestros extranjeros, médicos, ingenieros y empresarios.

Muchos provenían de países en desarrollo como Nepal y Bangladesh, mientras que otros llegaron de países de ingresos medios o altos. Las estadísticas de Qatar no permiten un desglose más detallado.

En cuanto a The Guardian, el equipo a cargo de la investigación basó su cifra total de 6.751 en estadísticas oficiales de las embajadas en Doha de Bangladesh, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka, cuyos ciudadanos constituyen una proporción significativa de trabajadores migrantes en Qatar, en particular trabajadores mal calificados.

De acuerdo al gobierno qatarí, esos números corresponden a la media de mortalidad de su población. El Reino registra de 2.000 a 2.400 fallecimientos por año en total, sin distinción entre nativos y migrantes.

Las muertes del Mundial

FIFA afirma que solo un poco más de 30.000 trabajadores estuvieron empleados en sitios específicos de la Copa del Mundo, un 2% del total de la fuerza laboral asignada a la construcción en el Emirato.

Y de acuerdo a la organización y a Qatar, la definición “muertes relacionadas con el trabajo” se refiere a las muertes en las obras de construcción de los siete estadios nuevos, así como a las instalaciones de entrenamiento que Qatar ha construido en la última década.

Contabilizan sólo tres. Otras 37 muertes no directamente relacionadas con los trabajos de construcción, eleva el número reconocido por la institución mundial del fútbol y el Emirato a 40 muertes totales.

De este modo, oficialmente, las muertes exceden las 26 reportadas ​​​​​​durante la construcción para las Olimpíadas de Sochi en 2014, las 10 durante los trabajos para Beijing 2008 y las dos hacia el Mundial de Brasil 2014.

Pero por supuesto, están muy lejos de los miles que adjudicaron los datos difundidos antes y durante el Mundial de Qatar, o, por caso, de los 3.355 accidentes fatales de obreros reportados en la Unión Europea sólo en 2020.

Un boom de la construcción

Pero aunque el alto índice de muerte en la construcción no pueda ser asignado directamente al Mundial, la relación es innegable.

La concesión de la Copa del Mundo a Qatar ha desencadenado un verdadero boom de la construcción en el Estado del Golfo, que va más allá de los estadios.

En la última década, se inició toda una serie de proyectos relacionados con el torneo, incluyendo nuevas autopistas, hoteles, un nuevo sistema de metro, una expansión del aeropuerto y hasta una nueva ciudad construida de cero: Lusail.

Accidentes de trabajo, una categoría difusa en Qatar

Este año, se publicó el primer análisis en profundidad de las muertes y lesiones relacionadas con el trabajo en Qatar, por parte de la Organización Internacional del Trabajo.

El reporte demostró que 50 trabajadores perdieron la vida en 2020 y poco más de 500 resultaron gravemente heridos, con 37.600 sufriendo lesiones leves a moderadas.

La mayoría fueron sufridos por trabajadores migrantes de Bangladesh, India y Nepal, principalmente en la industria de la construcción.

Las caídas de altura y los accidentes de tráfico fueron las principales causas de lesiones graves, seguidas de la caída de objetos en los lugares de trabajo.

De hecho, de acuerdo a datos de la OMS, las caídas en altura se encuentran entre las tres primeras causas de muerte entre varones de 24 a 29 años (el rango etario de la mayoría de los migrantes con visas de trabajo).

Pero el informe de la OIT también identifica las lagunas en la recopilación de datos y las diferencias en la forma en que múltiples ministerios e instituciones del país clasifican las lesiones y muertes relacionadas con el trabajo.

Como resultado, todavía “no es posible presentar una cifra categórica sobre el número de lesiones laborales mortales en el país”, dice el informe.

Más difuso se vuelve todo si consideramos que hay una multitud de problemas que no entran en las tipificaciones de la ley laboral qatarí como “accidentes de trabajo”.

En un estudio publicado en julio de 2019 en la revista médica Cardiology, un equipo internacional de investigadores observó una fuerte correlación entre las temperaturas y los eventos cardiovasculares registrados entre los trabajadores migrantes nepaleses en Qatar.

“La pronunciada mortalidad por eventos cardiovasculares durante las estaciones calurosas se debe probablemente al intenso estrés por calor”, dijeron los investigadores, que estimaron que alrededor del 35 % de los paros cardíacos mortales podrían haberse evitado protegiendo mejor a los trabajadores del calor.

Otra consecuencia no inmediatamente mortal del trabajo bajo las temperaturas extremas del país árabe son las insuficiencias renales.

Nepal, de donde proviene un gran número de los trabajadores de la construcción en Qatar, se enfrenta ahora a una tendencia alarmante de enfermedad renal entre su población más joven, un número significativo de ellos trabajadores migrantes, que son más vulnerables a la insuficiencia renal debido al duro trabajo físico en el desierto, donde a menudo están deshidratados.

“Las condiciones son difíciles, sudan mucho y no beben suficiente agua: es por eso que tantos nepalíes están volviendo a casa con riñones que no funcionan”, explica la Fundación de Riñones de Nepal.

Estas afecciones, comunes también entre trabajadores de otros países del Golfo, como Bahrein, no son consideradas
como lesiones laborales por el estado qatarí.

Los derechos laborales

En 2013, The Guardian realizó una investigación sobre los preparativos de Qatar para la Copa del Mundo, describiendo situaciones de “trabajo forzoso, una forma de esclavitud moderna”.

Documentó la vida cotidiana de los trabajadores nepaleses en las obras de construcción de Lusail, una nueva ciudad de Qatar construida al norte de Doha, destinada a albergar el más grande de los siete estadios construidos, donde este martes, Argentina cayó ante Arabia Saudita.

Allí, constató que los documentos de los obreros habían sido confiscados, que no se les pagaba su salario y que estaban alojados en condiciones insalubres.

El escrutinio internacional forzó a la corona qatarí a efectuar cambios.

El más significativo fue abolir el sistema conocido como “kafala”, por el cuál un trabajador no podía abandonar un puesto de trabajo sin permiso de su empleador ni antes de la finalización de su contrato.

La introducción de un salario mínimo no discriminatorio de 1.000 riyales de Qatar también contribuyó a cambiar el panorama.

Una de las novedades más destacadas fue, sin embargo, la extensión del horario de descanso en caso de temperaturas extremas, y la total suspensión de la jornada de trabajo si el índice de estrés térmico supera los 32,1°.

Además, se introdujo tecnología aislante, como ropa especial de protección solar y dispositivos de enfriamiento.

Estas medidas tuvieron su impacto: según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los ingresos en clínicas de salud por trastornos relacionados con el calor se redujeron de 1.520 en el verano de 2020 a 351 en este 2022.

Para garantizar el cumplimiento de estas nuevas normas, el gobierno asegura que está mejorando la detección de violaciones, promulgando sanciones más rápidas y fortaleciendo aún más la capacidad de los inspectores.