Consultado sobre los testimonios brindados ayer por la médica emergencista que asistió a la víctima en la puerta del boliche “Le Brique” de Villa Gesell y al forense que realizó la autopsia, quienes concluyeron que Fernando “no tenía posibilidad de sobrevida” y que su muerte nada tuvo que ver con las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que le hicieron, Dávila fue contundente: “No tenemos ninguna duda de que lo que los médicos explicaron fue lo que ocurrió”.
El análisis de los celulares
Esta mañana, el instructor fiscal Javier Laborde comenzó a analizar frente al tribunal el contenido de los chats de los ocho imputados.
Del grupo de Whatsapp que compartían analizó los mensajes enviados la madrugada del 18 de enero.
Allí se reconstruye cómo los acusados se encuentran en el boliche Le Brique y luego hablan ya tras el ataque a Fernando: “Están todos a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia… caducó”, dice Lucas Pertossi en un audio de las 4.55, unos veinte minutos después de la agresión.
Alejo Milanesi, uno de los sobreseídos en la causa, envió a las 4.56 un mensaje a sus amigos en el que les dijo “repórtense” en la casa que compartían.
Más tarde, Lucas Pertossi envió fotos comiendo hamburguesas y papas fritas en Mc Donalds, mientras que Ciro Pertossi mandó a las 6.06 un audio pidiendo: “No se cuenta nada de esto a nadie”.
Le “pegaron a mansalva y salvajemente en zonas vitales”
Fernando Burlando, el abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, aseguró hoy que, en base a los testimonios, los agresores “le pegaron a mansalva y salvajemente en zonas vitales” a la víctima, a quien abordaron de manera “sincronizada”.
En la puerta de los tribunales de Dolores, donde se lleva a cabo el debate, el abogado consideró que los imputados “cuando tuvieron la oportunidad de hablar dijeron que no sabían porqué están presos” y que durante las jornadas del juicio “la actitud es la misma”.
“Están interesados en lo que ven, que reproduce lo que hicieron, no creo que cambien su actitud”, sostuvo.
Sobre los momentos anteriores al crimen, Burlando dijo que “había amenazas previas dentro de (el boliche) Le Brique y afuera, donde lo emboscan”.
“Lo esperan no menos de cuatro minutos. Thomsen estaba en la puerta del kiosco frente a Le Brique, lo abordan (a Fernando) por la espalda, lo atacan cobardemente, le dan dos golpes (Enzo) Comelli y Ciro Pertossi en la nuca, donde lo invalidan de cualquier tipo de reacción. Cae casi inconsciente al piso y ahí se desata la salvajada de patadas y golpes hasta quitarle la vida. Si eso no es matar a una persona, díganme de qué se trata un asesinato”, expresó.
Por último, sobre el contenido de los mensajes que se enviaron los imputados tras cometer el crimen, el abogado dijo que “no hay en ningún momento ni un mensaje que diga, ‘qué hicimos’, ‘qué nos pasó’ o ‘pidamos ayuda’; todo lo contrario, había festejo, ya sabiendo que había fallecido”.