
Un estudio de la Universidad de Harvard resaltó que caminar a paso ligero de forma regular puede disminuir el riesgo de demencia y Alzheimer, dos de las enfermedades neurodegenerativas más prevalentes.
Tras seis meses de ejercicio físico moderado, los participantes presentaron un aumento en el volumen de regiones cerebrales clave, lo que se reflejó en mejoras en la memoria y las habilidades cognitivas. “Hay mucha ciencia detrás de esto”, afirmó el doctor Scott McGinnis, profesor de Neurología en la Facultad de Medicina de Harvard.
La relación positiva entre el ejercicio y la salud cerebral se ha consolidado con estudios recientes. El trabajo citado por Harvard demostró que la actividad física regular incrementa el tamaño de áreas cerebrales relacionadas con el pensamiento y la memoria, y ayuda a prevenir la demencia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas vive actualmente con algún tipo de demencia; el Alzheimer representa entre el 60 y el 70% de los casos, lo que resalta la relevancia de esta recomendación.
La actividad física frecuente estimula la producción de factores de crecimiento, favorece la formación de nuevos vasos sanguíneos cerebrales y sostiene la supervivencia de células cerebrales. El doctor McGinnis explicó que los programas de ejercicio moderado, mantenidos durante seis meses o un año, se asocian con un aumento en el volumen de regiones cerebrales seleccionadas.