La Corte Suprema de los Estados Unidos reafirmó el derecho de la ciudadanía a portar armas de fuego en público, una decisión tomada pocas semanas después de un nuevo tiroteo mortal en una escuela de Texas.
El fallo de 6 votos contra 3 anula una ley de Nueva York que requería que una persona demostrara que tenía necesidades legítimas de defensa personal para recibir un permiso de portación de armas e impedirá a los estados restringir el derecho de las personas a armarse.
A pesar de los crecientes llamados a limitar las armas de fuego tras dos tiroteos masivos en mayo que conmovieron al país, el alto tribunal se puso del lado de quienes sostienen que la Constitución garantiza el derecho a poseer y portar armas.
El 14 de mayo, un joven de 18 años usó un rifle de asalto tipo AR-15 para matar a 10 afroamericanos en un supermercado en Buffalo, Nueva York.
Menos de dos semanas después, 19 menores y dos maestros fueron asesinados en una escuela primaria en Uvalde, Texas, por otro adolescente con el mismo tipo de rifle semiautomático de alto poder.
Este es el primer fallo de la Corte Suprema en una década relativo a la Segunda Enmienda y una importante victoria para la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), el poderoso lobby de las armas, que cuenta con el apoyo explícito del expresidente Donald Trump.
“El fallo es una victoria decisiva para los buenos hombres y mujeres de todo Estados Unidos y es el resultado de una lucha de décadas que ha liderado la NRA”, dijo el vicepresidente ejecutivo de esa asociación, Wayne LaPierre, en un comunicado.