Medio ambiente

Día Mundial del Agua: el derecho humano que cotiza en Wall Street

El agua es un recurso natural fundamental para el desarrollo de la vida humana y su acceso un derecho social y humano primario. No obstante, este recurso es explotado de manera desmedida desde hace años y su creciente mercantilización profundiza la inequidad social y ambiental en el mundo.

Desde tiempos inmemoriales las diferentes sociedades dependieron del agua para su desarrollo y prosperidad. Ciudades afincadas en las márgenes de los ríos prosperaron en base a su utilización más elemental. En la revolución industrial fue vital para el desarrollo de motores a vapor y posteriormente para su uso sanitario y como transmisor de calor o refrigeración.

Sin embargo, en nuestro días el agua potable, integral y segura es un bien al que no todos tienen acceso. Aníbal Ignacio Faccendini, Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales y magíster en Ambiente y Desarrollo Sustentable, denunció que “el agua fundamentalmente no le llega a las personas empobrecidas y precariadas”.

“La humanidad está lesionada cuando el agua es tarifada y mercantilizada, porque es un derecho humano”, redactó el también director de la Cátedra del Agua y el Centro Interdisciplinario del Agua de la Universidad Nacional de Rosario en la agencia pública de noticias Télam.

“Por ejemplo, la mercantilización del 7 de diciembre de 2020, cuando se empezó a cotizar el agua en la bolsa de Wall Street como una mercancía a 486 dólares por cada 1.233 metros cúbicos o los aumentos tarifarios periódicos que se realizan al vital elemento, son situaciones de lesa ambientalidad”, continúa.

El especialista explica que “en Argentina, el acceso al agua y al saneamiento es un derecho humano esencial” y que “los artículos 41 y 75 inciso 22 de la Constitución Nacional fundamentan dicha sustantividad”.

También recuerda la resolución 64/292 de la ONU, ratificada por Argentina, al igual que el Derecho Humano al Retrete, del 24 de julio de 2013 y el artículo 11 del Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales como resoluciones que marcan “el camino de que el agua y el saneamiento son derechos humanos indiscutibles”.

Aproximadamente 7 millones de personas en Argentina no acceden en forma integral y segura al agua. A nivel mundial 2.100 millones tampoco lo hacen y 4.200 millones no acceden a saneamiento. En tanto, siguen muriendo 2 millones de personas por año por no acceder a agua segura y buena, según indica Faccendini en su artículo.

“La ONU y cada uno de los Estados de la Tierra siguen en deuda con la vida. Siguen teniendo una visión sesgada y mercantilizada del agua. Los distintos objetivos mundiales de la ONU para lograr agua buena para todas las personas, han fracasado”, concluye el especialista.