Santa Rita fue fundada en 1936, en la localidad de Bragado, por Pascual Bruno, un piamontés que, 20 años después, en 1956, quiso regresar a Italia. Puso la confitería en venta y fue adquirida por la familia Ortellado, que continua hasta el día de hoy con Martín prendiendo el horno para seguir produciendo de forma única este emblemático postre que lleva cuatro ingredientes y cuatro horas de elaboración.
Desde el año 1956 elaboran el mejor postre imperial ruso
Martín Ortellado es propietario y parte de la tercera generación de la casa que elabora este producto. Nos cuenta en detalle como es el proceso de elaboración, y las distinciones que lo hacen de un sabor único.