De la hegemonía neoliberal a la UNASUR (1990-2006)

Este último capítulo de nuestra historia comienza con el supuesto “fin de las ideologías”. Y termina con Argentina que se inserta de nuevo en el gran proyecto latinoamericano.

Carlos Menem, quién accedió a la presidencia en 1989, implementó un modelo neoliberal a gran escala.

En materia económica, la privatización de empresas estatales, como YPF, Aerolíneas Argentinas, Entel, Gas del Estado, entre otras, fue acompañada por una apertura indiscriminada del mercado a los productos y capitales extranjeros. Además, se aplicó el Plan de Convertibilidad monetaria impulsado por Domingo Cavallo y las renegociaciones de la deuda externa. A pesar de ésto, los sectores medios apoyaron su mandato. Si bien, en un principio fueron beneficiados por la política monetaria, pronto comenzaron a visibilizar los efectos devastadores en términos sociales y culturales: desocupación, pobreza, corrupción.

Sumado a la política de “reconciliación” con los militares que implementaron el Terrorismo de Estado, el descontento social no se hizo esperar. Sus manifestaciones fueron acompañados por la convergencia política de amplios sectores. Es así, como la Alianza en 1999, con Fernando de la Rúa como presidente, puso fin al gobierno menemista, no así al modelo neoliberal, que se agudizó con el correr de los años.

El 20 de diciembre de 2001, De la Rua renuncia dejando como saldo de su mandato más de 30 muertos y un país empobrecido. Asume la presidencia Ramón Puerta, seguido por Adolfo Rodriguez Saá, Eduardo Camaño y Eduardo Duhalde. Éste último, llama a elecciones y el 25 de mayo de 2003 los argentinos eligen un nuevo mandatario: Néstor Kirchner.

Su gobierno se caracterizó por una fuerte implementación de políticas de derechos humanos, reducción de la deuda externa, nacionalización de empresas estatales que habían sido privatizadas, y mayor justicia e inclusión social.