Internacional

¿Cuál es el rol de Irán en el conflicto Israel-Hamas?

En el medio del conflicto que escaló a partir del ataque terrorista de Hamas a Israel, sobrevuela el fantasma de una guerra regional, que continúa siendo un riesgo vigente. ¿Qué aristas del conflicto conectan con Teherán?

En las primeras semanas de la guerra de Israel contra la organización jihadista palestina Hamas, los temores de una escalada regional se mantuvieron muy altos, y de hecho, todavía no se disiparon. Ese conflicto se especuló, podría involucrar a la poderosa milicia libanesa Hezbollah, a fuerzas sirias del gobierno de Bashar al-Assad, a otras organizaciones salafistas palestinas como Yihad Islámica, a milicias shiítas iraquíes y a los houthis de Yemen.

Todos esos grupos tienen algo en común; sus vínculos con la República Islámica de Irán, de la que reciben, en diverso grado, apoyo militar y político. Israel, por su parte, manifestó su convicción de que la inédita ofensiva de Hamas fue orquestada y organizada por Teherán, a pesar de que, según la Casa Blanca, no hay hasta el momento pruebas de un involucramiento directo de los iraníes en la decisión de Hamas de atacar el sur de Israel.

Sin embargo, y a pesar de que el norte israelí sigue registrando un permanente intercambio de misiles y artillería entre Hezbolláh y las Fuerzas de Defensa de Israel, la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos cree que, más allá de la retórica anti-israelí y antioccidental, Irán y sus aliados en Medio Oriente no desean involucrarse en una guerra a gran escala, ni contra Israel ni contra los Estados Unidos.

En su política para Medio Oriente, por otra parte, Washington también venía manteniendo una cierta cautela con respecto a Irán, en la medida en que la administración Biden todavía creía en la posibilidad de reflotar alguna variante del acuerdo nuclear con Teherán.

Pero en las últimas semanas, algo comenzó a cambiar. Por un lado, se incrementaron los ataques de grupos pro iraníes con misiles y drones contra fuerzas estadounidenses en Siria, Irak y el Golfo: hubo más de 60 de esos episodios en la región.

En el Mar Rojo, las milicias houthis no solo dispararon misiles crucero contra un destructor estadounidense a mediados de octubre sino que hace una semana asaltaron con tropas aerotransportadas un carguero al servicio de una empresa israelí.

Irán por su parte, negó toda responsabilidad en la captura del buque.

Estados Unidos decidió comenzar a responder a estos ataques sistemáticamente y con fuerza: el 12 de noviembre atacó instalaciones de los Guardias Revolucionarios Iraníes en el este de Siria, y el 21 de este mes, golpeó a la milicia iraqí Kataib Hezbolláh, cercana a Teherán.

La gran pregunta con respecto a los grupos afines a Irán es con cuánta autonomía actúan.

No son pocos los analistas que consideran que, en casi todos los casos, si bien Teherán les proporciona apoyo militar y armamento sofisticado, las decisiones operativas y tácticas son tomadas de forma independiente, sin una orden directa de los iraníes, lo cual es especialmente notorio en el caso de los Houthis.

Se trata de un paraguas en el cual confluyen intereses comunes a escala regional, como en el caso del apoyo a Hamas pero con agendas diferenciadas. Esta estrategia colectiva y coordinada de ataques de baja intensidad obliga tanto a Israel como a Estados Unidos a destinar recursos militares para contrarrestarlos, en tanto Irán evita arriesgarse a una confrontación directa.

De todos modos, se trata de un curso de acción no exento de riesgos, en la medida en que no hay un control directo por parte de Teherán de las consecuencias de los ataques de sus aliados.

Estados Unidos, por otra parte, está convencido de que no hay chances reales de reflotar el acuerdo nuclear con Irán en lo que queda del gobierno de Biden. Una señal de este aparente colapso de las negociaciones fue la decisión tomada por Irán en septiembre de retirar las acreditaciones a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

La otra, el anuncio de la Unión Europea de que mantendrá las sanciones contra Irán en tanto no haya avances en las conversaciones en Viena.

En este contexto, el fantasma de una guerra regional aún continúa vigente, y el riesgo seguirá siendo alto mientras dure el conflicto entre Israel y Hamas.