Internacional

Crisis política en Italia

La salida del ex primer ministro Mateo Renzi de la coalición gobernante hizo tambalear al gobierno de Giuseppe Conte, que logró sin embargo el respaldo de la cámara baja y el Senado para continuar al frente del país, evitando así nuevas elecciones que podrían llevar al poder a la extrema derecha de Matteo Salvini. Conte sobrevivió, pero queda debilitado, y deberá hacer concesiones para sostenerse y lidiar con los dos frentes que acechan a Italia: la economía y la pandemia.

El Gobierno italiano, encabezado por el primer ministro Giuseppe Conte, ha superado este lunes la cuestión de confianza presentada ante la Cámara de Diputados en plena crisis abierta tras el abandono de la coalición por parte de Matteo Renzi.

En total, 321 diputados de los 316 necesarios para obtener la mayoría absoluta han secundado el Ejecutivo de Conte, fundamentalmente procedentes de los gubernamentales Movimiento 5 Estrellas (M5S), Partido Demócrata y Libres e Iguales, y del Grupo Mixto.

Se han abstenido 27, en su mayoría de Italia Viva, y 259 votaron que “no”, sobre todo de los partidos de la derecha: Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia. Si hoy hubiera elecciones, son, de acuerdo a las encuestras, los partidos que podrían encabezar el gobierno.

Entre los votos a favor se encuentra el de la diputada Reneta Polverini, de Forza Italia, que “en un acto de responsabilidad”, tal y como ha dicho a los medios tras la sesión parlamentaria, se ha desmarcado de la línea de su partido para apoyar a Conte. Ahora espera a la votación del martes en el Senado, donde los números están más ajustados.

El desafío de la votación en el Senado
En medio de una crisis sanitaria, el Gobierno de coalición, que está en el poder desde septiembre de 2019, corre el riesgo de caer tras la dimisión de dos ministros y un secretario de Estado de Italia Viva, una pequeña formación dirigida por Renzi.

Conte ha pedido el apoyo de la Cámara de los Diputados para seguir dirigiendo el país y zanjar esta crisis “sin sentido”, consiguiendo una mayoría absoluta cómoda, aunque los números en la Cámara baja se daban casi por descontados. El ‘sí’ definitivo queda ahora en manos del Senado, donde el Gobierno se someterá a otra cuestión de confianza este martes.