Conclusiones de la COP 27 de Egipto
Cumbre climática

Conclusiones de la COP 27 de Egipto

Finalizó el encuentro que reúne a líderes del mundo para discutir políticas climáticas y los resultados no son contundentes. Sin embargo, hay algunos puntos positivos a destacar.

La Cumbre de las Partes número 27 fue celebrada en Sharm el Sheikh, Egipto. El contexto de esta COP fue de tensión y menor centralidad, en comparación con otros encuentros.

La guerra en Ucrania, la crisis económica y la creciente tensión por el déficit de abastecimiento energético de gran parte de Europa, hicieron que las expectativas en torno a las conclusiones sean moderadas.

El mayor sabor amargo que queda luego de esta ronda de negociaciones es el escaso avance en la reducción de los gases de efecto invernadero a nivel global. La meta de no superar los 1,5° C como señala el Acuerdo de París, no parece ser alcanzable.

Se repitieron los planes a futuro y escasearon las agendas concretas para atajar la crisis climática que vivimos.

Si para 2030 necesitaríamos reducir las emisiones un 45%, con las propuestas actuales llegaremos solo al 10%.

El documento final también estuvo exento de acuerdos ambiciosos que permitan cerrar la distancia entre donde estamos y donde deberíamos estar.

Otro tema ausente fue la discusión sobre cómo reducir la generación de energía a partir de combustibles fósiles.

Por otro lado, se encuentra el planteo sobre las tecnologías de captura de carbono de la atmósfera. La exigencia de incorporar este planteo dentro de los acuerdos de la COP quedó postergada.

Algunos puntos positivos a destacar:

El principal es el reconocimiento de ayuda financiera por “pérdidas y daños”. Es un reclamo sostenido por los países más vulnerables que son quienes más sufren los efectos del cambio climático, y quienes menos emisiones generan.

El último caso más emblemático fueron los destrozos que generaron las inundaciones en Pakistán.

El peligro es que caiga en saco roto al igual que otras promesas similares.

Un ejemplo son los 100.000 millones de dólares anuales que los países ricos se comprometieron a aportar años atrás y que no  concretaron.

Otro punto es que este año se sumaron más países al acuerdo de Glasgow. Fue firmado en 2022 y propone reducir las emisiones de metano en un 30% para fines de la década.

El metano es un gas de efecto invernadero muy nocivo, permanece 20 años en la atmósfera y tiene un poder de calentamiento 80 veces más fuerte que el dióxido de carbono.

Próxima parada: Emiratos Árabes Unidos a fines de 2023.