El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva votó hoy en una escuela en el Gran San Pablo y dijo que Brasil volverá “a la normalidad” si derrota al mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.
“Hace cuatro años no pude votar porque estaba preso por una mentira. Y ahora tengo la posibilidad de ser presidente para que el país vuelva a la normalidad”, dijo Lula al votar en Sao Bernardo do Campo en las elecciones generales de Brasil.
El líder del PT va por su tercer mandato, un hito histórico en la democracia del país vecino.
En tanto, su rival, Jair Bolsonaro, votó hoy en una escuela de Río de Janeiro. El mandatario, que busca ser reelecto, llegó 50 minutos después del inicio de la votación, escoltado por una comitiva de autos negros y con la camiseta de Brasil puesta.
Tras depositar su voto, el exmilitar dijo que “unas elecciones limpias deben ser respetadas”.
El candidato del Partido Liberal había expresado en numerosas oportunidades en campaña que “dudaba” de la integridad de los comicios y amenazó en otra ocasiones con impulsar un golpe de estado u otras acciones militares de perder.
En su cierre de campaña, aseguró que ganará “por lo menos por el 60%”.
Pero no es lo que dicen las encuestas. Prácticamente todas dan vencedor a su rival. Algunas, en primera vuelta.
Lula, el regreso del perseguido
A los 76 años, Luiz Inácio Lula da Silva, el exmetalúrgico que esquivó a la muerte por hambre en su infancia en el norte de Brasil, parece inoxidable.
El fundador del Partido de los Trabajadores (PT) lleva adelante una nueva resurrección política tras sus 580 días de cárcel por un delito que no cometió y, en caso de derrotar a Jair Bolsonaro, podría convertirse en el único presidente democrático con tres mandatos, lo que podría encumbrarlo dentro de los grandes íconos de la historia de las luchas populares.
Favorito para vencer las elecciones, este Lula con barba blanca y casado por tercera vez, no tiene dudas en haberse presentado como un “injusticiado” durante la campaña, para refutar el mote de “expresidiario” con el que hizo campaña su rival, comparando las detenciones que tuvieron figuras como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela o Martin Luther King.
Convertido en “pai dos pobres” (como le decían a Getulio Vargas) después de sus dos mandatos presidenciales Lula sacó de la miseria a más de 36 millones brasileños y creó 22 millones de empleos, con salarios por encima de la inflación.
El líder del PT, que participará de su sexta elección, es el político con más protagonismo de la República Brasileña desde el fin de la dictadura militar (1964-1985).
Bolsonaro, entre la violencia y la desigualdad
Si es reelecto este domingo como presidente de Brasil, Jair Messias Bolsonaro podría convertirse en un faro de la extrema derecha en el mundo, con un carisma que atraviesa clases sociales y que mezcla la reivindicación de la Biblia con el de la tortura durante la dictadura militar, sin ruborizarse si tiene que imitar, entre risas, a un paciente con Covid-19 muriendo por falta de aire o despreciar vacunas.
El excapitán del Ejército, que negoció su expulsión de la fuerza por indisciplina en 1988, no ha moderado el lenguaje que lo colocó en 2018 en el zenith mundial de la antipolítica tradicional prometiendo dejar el libre mercado, combatir al comunismo y exterminar al Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva.
Sí ha tenido severos problemas políticos con sus aliados de la primera hora, el sector más alineado a Donald Trump, Steve Bannon y el filósofo Olavo de Carvalho, que lo han abandonado luego de haber sellado un pacto de gobernabilidad en 2021 con el bloque en el Congreso de la vieja política llamado Centrao, al que le ha entregado gran parte de la agenda del Gobierno.
Pero ningún problema durante sus casi cuatro años de gestión hizo que Bolsonaro dejara de ser popular.
Los sondeos
La encuesta Ipespe/Abrapel difundida este sábado indica la posibilidad de que las elecciones en Brasil se resuelvan recién en segunda vuelta, según publicó el sitio Folha do Sao Paulo. En el relevamiento, Lula aparece con el 49% de los votos válidos, contra el 35% del presidente ultraderechista.
El desafío para ganar en primera vuelta es enorme y sentaría un precedente con respecto a la última elección, la cual se definió en la instancia de ballotage.
En caso de ir a una segunda vuelta, el panorama no cambian, con el dirigente del PT superando a Bolsonaro por 55% contra 38% del electorado total: Lula fluctuó un punto arriba (tenía 54% en la encuesta anterior, divulgada la semana pasada), y Bolsonaro mantuvo el mismo porcentaje.
Considerando sólo los votos válidos, Lula tiene el 59%, frente al 41% de Bolsonaro en la segunda vuelta, añadieron desde Folha.