Todo Tiene Un Porqué

Ciudades Imaginarias

Para hablar sobre el fenómeno artístico y literario de las Ciudades Imaginarias recibimos a Flavia Pittella, escritora y licenciada en Ciencias Sociales; Ezequiel Ludueña, doctor en Filosofía y Valeria Alcino, licenciada en Artes

La literatura, la filosofía y el arte han concebido, desde siempre, ciudades diversas, algunas hechas a imagen y semejanza de las verdaderas, otras absolutamente extraordinarias. Sus autores les otorgaron nombre, lugar geográfico y fisonomía propia.

Macondo es el pueblo caribeño que se erige en las páginas de García Márquez. Santa María es una mítica ciudad, mezcla de Montevideo y Buenos Aires, creada por Juan Carlos Onetti. Castle Rock es el lugar en donde Stephen King ubica sus historias. Faulkner hizo de Yoknapatawpha un condado más palpable que cualquiera de los que existen en Estados Unidos. Pedro Páramo, guiado por la pluma de Juan Rulfo, caminó por Comala, una ciudad fantasma. Italo Calivno concibió todo un universo maravilloso con sus ciudades invisibles.

En filosofía, las ciudades ideales ha sido motivo de estudio durante siglos. Utopía significa “no lugar”, pero también es la isla concebida por Tomás Moro, un sitio inspirado en La República de Platón, filósofo que estableció en el imaginario colectivo otra tierra fantástica: Atlántida. En tanto, Giula Kosice creó, con belleza de artista, precisión de arquitecto y rigor científico, la Ciudad Hidroespacial, aclamada por Ray Bradbury y analizada por la NASA, quien la calificó de posible. Estas son algunas de las ciudades imaginarias de la literatura, la filosofía y el arte. El desafío, a partir de ahora, es animarse a recorrerlas.