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Cinco pasos para mejorar la salud ósea y prevenir la osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad ósea que afecta aproximadamente a de 500 millones de personas en todo el mundo y es una de las principales causas de dolor, discapacidad y pérdida de independencia en las personas mayores. En todo el mundo, una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres mayores de 50 años sufrirán una fractura osteoporótica.

La mayoría de las personas que tienen osteoporosis no saben que sus huesos se están debilitando progresivamente, hasta que se produce su primera fractura después de un pequeño resbalón o caída desde su propia altura, o a veces incluso por agacharse para atarse los cordones de su calzado.

La Fundación Internacional de Osteoporosis recomienda un plan de cinco pasos para mejorar la salud ósea y prevenir la osteoporosis.

    1.  Llevar una dieta nutritiva y equilibrada que incluya suficiente calcio, proteínas y otras vitaminas y nutrientes importantes, como la vitamina D que se produce principalmente en el cuerpo cuando la piel está expuesta a la luz solar y que se encuentra en una cantidad limitada de alimentos.
    2. ¡Estar en movimiento! La actividad física es fundamental para la salud ósea. Esto queda claro cuando se considera que las personas que están inactivas en cama pueden perder tanto hueso en una semana como lo que perderían en un año si estuvieran en movimiento normal. Los ejercicios en los que se carga el peso del cuerpo y que ayudan a fortalecer los músculos son ideales. Esto puede incluir desde trotar y entrenar con peso hasta ejercicios de menor impacto, como caminar o usar bandas de resistencia elásticas. Además, practicar ejercicios que mejoren el equilibrio puede ayudar a reducir el riesgo de caídas. En general, se recomienda un mínimo de 30 a 40 minutos de actividad física, de dos a tres veces por semana. Toda persona con osteoporosis debe seguir un plan de ejercicio específico, ya que este es un componente clave del tratamiento junto con la medicación prescrita.
    3. Abandonar los hábitos que dañen los huesos, como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
    4. Mantener un peso corporal saludable. Estar por debajo del peso adecuado (generalmente un IMC inferior a 19 kg/m2) es un factor de riesgo. Es importante prestar atención a aquellas personas jóvenes con trastornos alimentarios, así como a las personas mayores con apetito reducido.
    5. Por último, es fundamental conocer cualquier factor de riesgo personal. Algunos de los varios factores de riesgo clave que deben motivar una evaluación inmediata son un una fractura después de los 50 años, una pérdida de estatura de más de 4 cm/1½ pulgadas y los antecedentes de fractura de cadera en los padres. Se recomienda un examen de densidad ósea como siguiente medida para ayudar a determinar si tiene osteoporosis y si es necesario un tratamiento.

Fuente: Fundación Internacional de Osteoporosis