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China introduce una reforma previsional gradual para elevar la edad jubilatoria

Motivado por cambios demográficos significativos, el gigante asiático promovió la primera gran reforma previsional en 40 años. El cambio se llevará a cabo a lo largo de 15 años y comenzará el 1 de enero de 2025.

China introduce una reforma previsional gradual para elevar la edad jubilatoria

China decidió aumentar este viernes la edad de jubilación por primera vez desde 1978 debido a la creciente presión que ejerce una población cada vez más envejecida y una economía que viene mostrando síntomas de estancamiento.

La nueva normativa, aprobada hoy por el Legislativo, establece que los hombres se jubilarán a los 63 años, en lugar de los 60 actuales, mientras que las trabajadoras de oficina lo harán a los 58 años por los 55 de ahora. En el caso de las trabajadoras manuales, la edad de jubilación se elevará de 50 a 55 años.

El cambio, que se llevará a cabo a lo largo de 15 años y comenzará el 1 de enero de 2025, busca “responder al envejecimiento de la población, alentar y apoyar el empleo y el espíritu emprendedor de los trabajadores”, según la decisión del órgano.

Asimismo, el Legislativo estipula que, a partir de 2030, los trabajadores chinos también tendrán que realizar aportaciones durante más tiempo a sus pensiones antes de poder recibir una jubilación, requisito que se elevará gradualmente de 15 a 20 años.

Con esta decisión, China busca frenar el descenso de su fuerza laboral y equipararse a las economías más desarrolladas de la región: si bien tanto en Japón como en Corea del Sur la edad mínima que da derecho a recibir pensión pública es de 60 años, ambos ofrecen incentivos para quien quiera alargar su vida laboral.

En la próxima década abandonarán la fuerza laboral china unos 300 millones de personas que actualmente tienen entre 50 y 60 años, el grupo de edad más numeroso del país, y su cuidado en el futuro es objeto de debate.

Durante generaciones, China dependió del deber filial, una marca cultural, para llenar los vacíos en el cuidado de las personas mayores. Era el deber de un hijo o una hija cuidar de sus padres ancianos.

Pero hoy hay menos descendientes en quienes los padres puedan confiar su retiro; una de las razones es el mandato de “un solo hijo” que impidió a las parejas tener dos o más descendientes entre 1980 y 2015.

Con el rápido crecimiento económico los jóvenes también se alejaron de sus padres, dejando a un número cada vez mayor de personas mayores que deben cuidar de sí mismas o depender de asignaciones del gobierno.

Pero el fondo de pensiones podría quedarse sin dinero para 2035, según estimó la estatal Academia de Ciencias de China en 2019, antes de que los cierres de la pandemia golpearan duramente a la economía china.

Una nueva realidad demográfica

El director de la Academia China de Trabajo y Seguridad Social, Mo Rong, afirmó en el oficialista Diario del Pueblo que la decisión era una “elección inevitable” para que el país se adapte a su nueva realidad demográfica.

El principal problema del país asiático está siendo su baja tasa de natalidad, que provocará una caída de la población total a 1.300 millones en 2050 y a menos de 800 millones para el 2100, según estimaciones de la ONU.

Analistas locales, basándose en datos oficiales, calculan que la tasa de fertilidad en China en 2023 fue de alrededor de 1,0 hijos por mujer, es decir, por debajo de la tasa de reemplazo, debido a obstáculos como el alto costo del matrimonio, la presión económica y los cambios en la mentalidad de la sociedad.

Además, las parejas siguen posponiendo el matrimonio: la edad promedio del primer casamiento en China aumentó a 31,39 años en 2023 desde 24,89 años en 2010, reduciendo el número de años fértiles que las mujeres pasan casadas y el número total de hijos.

El país ha introducido medidas para revertir esta tendencias, por el momento sin éxito, y el plan anunciado hoy incluye también iniciativas para promover la natalidad “a una edad adecuada” a fin de responder al desafío del envejecimiento poblacional. Entre una de las medidas más notables, suspendió su programa de adopciones internacionales, por el cuál extranjeros adoptaron a cientos de miles de niños y niñas chinos en las últimas décadas.