La Legislatura porteña eliminó algunas de las causales vigentes por los cuales las grúas acarrean vehículos mal estacionados en la Ciudad de Buenos Aires, para limitar la remoción y que solo sea en situaciones graves y de fuerza mayor, como la obstrucción del tránsito o la accesibilidad.
La normativa obtuvo 52 votos positivos y dos abstenciones y apuntó a modificar el Código de Tránsito y Transporte.
La nueva reglamentación mantendrá el cobro de la multa por la respectiva infracción vial.
Ya no serán removidos vehículos en doble fila -mientras sea transitorio-; los pesados como ómnibus, microómnibus, camiones, casas rodantes, acoplados, semiacoplados y maquinaria especial que estén en la vía pública, y las unidades que estén estacionadas por más de 48 horas.
También quedarán fuera del acarreo los autos que estén sobre las entradas de locales de espectáculos públicos y frente de salas velatorias; y aquellos vehículos en zonas de estacionamiento medido cuyo lapso de tiempo que fue abonado esté vencido.
En la actualidad, el servicio de grúas para el acarreo está a cargo del Estado porteño tras la suspensión, en agosto, del contrato con las empresas que explotaban el sistema y que operaba con prórrogas desde hace más de 20 años y un canon congelado de $55 mil.
La remoción de los vehículos hasta una playa de acarreo implica el pago de $6.525, en tanto que la multa económica oscila de $5800 a $17500, según la gravedad de la infracción.