Para Boca, estos últimos 99 días son históricos, pero para mal: con el 0-1 contra Huracán, alcanzó los 11 partidos sin ganar, superó los registros de 1957 y el 2021 (particularmente, también con Miguel Russo) y consolidó su racha como la peor de los libros del club. El acumulado marca seis empates y cinco derrotas y se inició en el superclásico en el Monumental (1-2): la última alegría data del 19 de abril, en un 2-0 a Estudiantes en la Bombonera.
Esta marca, que es el reflejo de flojo rendimiento general del equipo, atraviesa a tres entrenadores: Fernando Gago dirigió ante River por última vez, Mariano Herrón empató contra Tigre (última fecha del Apertura) y Lanús (octavos de final, pasó por penales) y perdió vs. Independiente (cuartos) y ahora Russo no pudo torcer el rumbo. El actual DT acumula siete encuentros: Benfica (2-2), Bayern Munich (1-2) y Auckland City (1-1) por el Mundial de Clubes, Argentinos (0-0), Unión (1-1) y Huracán (0-1) por el Clausura y Atlético Tucumán (1-2) por los 16vos de final de la Copa Argentina.
Ni siquiera el impulso del Mundial de Clubes sirvió de motor anímico.
Boca no ganó un solo partido en el torneo internacional y volvió al torneo local sin señales de reacción.
Particularmente, esta última semana fue bastante complicada para el Xeneize.
La derrota y eliminación en la Copa Argentina, sumada a lo sucedido este domingo y al empate en la Bombonera ante Unión, marcó un camino que se extiende desde hace meses y que ni siquiera ese arranque esperanzador en el Mundial de Clubes pudo disimular.
Estos 11 partidos sin ganar son la explicación estadística a lo que se ve dentro del campo: a pesar de algunos cambios,
Russo todavía no pudo dar en la tecla y el rendimiento es alarmante.
Casualidades o no, Miguel es el DT de la última Copa Libertadores ganada por el club, pero también de dos de los tres registros de encuentros sin ganar más negativos para los libros.