El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, habló, por cuarta vez, ante el Congreso de Estados Unidos y defendió la guerra que encabeza su país contra el grupo Hamas en Gaza desde el pasado 7 de octubre.
“Nuestros enemigos son sus enemigos”, dijo durante su duro discurso que generó división entre los legisladores estadounidenses: los republicanos lo aplaudieron de pie, mientras que por el lado demócrata hubo miradas de descontento, en rechazo a su gestión en Gaza.
El premier israelí calificó a Irán de “eje del terror” y pidió desradicalizar el territorio palestino.
El conflicto bélico en Medio Oriente es uno de los puntos más candentes del debate electoral de Estados Unidos que tiene fecha de votación el 5 de noviembre.
Joe Biden recibe a Benjamín Netanyahu en la Casa Blanca y se cree que buscará acelerar el cese del fuego entre Israel y Hamas, con el fin de que los rehenes sean liberados y que la ayuda humanitaria logre ingresar a Gaza.
En mayo, el presidente de Estado Unidos presentó una propuesta diplomática que implica la tregua por etapas y la reconstrucción de Gaza junto a un gobierno palestino sin Hamas u otros grupos terroristas.
Netanyahu primero aceptó la iniciativa, pero después fue planteando objeciones que bloquearon su avance.
Durante la presencia del primer ministro israelí en el Congreso, en las afueras, miles de manifestantes protestaron portando banderas palestinas, y dentro de la Cámara de Representantes cinco personas fueron detenidas porque “interrumpieron” el discurso.
Kamala Harris se encuentra en una encrucijada, a cuatro días de lanzar su candidatura electoral, debe tomar postura por la guerra desatada en Medio Oriente.
La actual vicepresidenta ha tenido cuidado de no apartarse públicamente del firme apoyo de Biden a Israel. Pero ha sido la primera funcionaria de alto rango que se expresó enfáticamente sobre las víctimas civiles y sobre las tácticas de Israel en su guerra contra Hamas.
Donald Trump se mostró muy cercano a Israel durante su presidencia (2016-2020) y Netanyahu lo reconoció al expresar su agradecimiento “por todo lo que hizo” por el país. El premier israelí no esconde su cercanía ideológica con el candidato republicano y se reunirá con él en su residencia de Mar o Lago (Florida).