Según cálculos oficiales, serían al menos unos u$s 100.000 millones los que estarían en cuentas sin declarar, de argentinos en ese país. Se buscará cobrarles el impuesto a los Bienes Personales que no tributan en Argentina, y también Ganancias sobre los intereses que genera.
En su gira por los Estados Unidos el ministro de Economía, Sergio Massa, avanza con el intercambio automático de información tributaria con ese país.
El funcionario viene dando nuevos pasos en una negociación política por el convenio fiscal automático, que ya está cerrado a nivel técnico entre la AFIP y el Internal Revenue Service (IRS), el organismo fiscalizador de Estados Unidos.
El objetivo del Gobierno es detectar irregularidades y eventual evasión tributaria, en el marco del acuerdo firmado el 23 de diciembre de 2016 entre la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y su homólogo estadounidense, el Internal Revenue Service (IRS).
En este sentido será clave el próximo lunes. Ese día Massa se reunirá con David Lipton, mano derecha de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. Desde ese organismo deberá salir la firma final del convenio.
El 1 de septiembre hubo un acuerdo técnico entre la AFIP, que ya avanzó con resoluciones en el país, y el IRS. Ahora tendrá que rubricarse también con funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, que también intervendrán formalmente en el tema.
Si bien el acuerdo base se selló hace casi seis años, su ejecución reconoce diferentes etapas, según explicó a la agencia Télam el tributarista César Litvin, CEO del Estudio Lisicki, Litvin y Asociados y profesor titular de la Cátedra de Teoría y Técnica Impositiva I, en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Estados Unidos tiene un sistema de acuerdos de intercambio mutuo y automático de información con 97 países, entre los que no está la Argentina, que a su vez es uno de los pocos países que suscribió con EEUU un acuerdo bilateral”, señaló el especialista.
Litvin precisó que la primera etapa, que ya tiene vigencia efectiva desde el 1º de enero de 2018, es la del “intercambio tradicional, a requerimiento”.
“Tiene un par de condiciones para que proceda: la individualización del contribuyente, el período fiscal del que se pide información, el lugar donde estaría esa información (por ejemplo, dónde está localizado el banco), la motivación por la que se pide el intercambio, entre otras”, indicó.
El día de su asunción como ministro de Economía, Massa advirtió que “existen más de 13.000 operaciones de importación trianguladas de 722 empresas que compraban productos a un precio, lo pasaban por otro destino y lo traían sobrefacturado a la Argentina”.
Ese 3 de agosto, Massa indicó que se harían las denuncias “ante la justicia argentina de aquellos que no se presenten a aclarar o rectificar, pero también se hará la denuncia ante la unidad de lavado de dinero de los Estados Unidos, ya que se usaron bancos de ese país y por lo tanto la sede del domicilio financiero determina jurisdicción”.