
El terremoto de magnitud 5,9 sucedió el lunes pasado a unos 1.300 kilómetros al suroeste de Pekín y el saldo de personas muertas se incrementó a 117 en la provincia de Gansu y otras 31 en la provincia vecina de Qinghai, según informó hoy la agencia estatal china de noticias Xinhua.
El balance inicial, al momento de sucedido el sismo, era de 135 fallecidos.
En esas dos provincias, y en medio de un clima extremadamente frío, más de 139 mil personas tuvieron que ser relocalizadas en refugios de emergencia.
Según indicó el canal público, Televisión Central de China (CCTV), los equipos de rescate “están centrando ahora todo su trabajo en reubicar a personas desplazadas y la atención de heridos”.
Además, los rescatistas continúan buscando víctimas bajo los escombros en la provincia de Qinghai.
Se calcula que cerca de 1.000 personas resultaron heridas durante el temblor, y desde entonces hubo decenas de réplicas.
Según se informó, el temblor es el más mortífero en China desde 2014, cuando otro terremoto causó más de 600 muertos en la provincia de Yunnan, en el suroeste del país.