
Fuentes judiciales informaron que Pablo Rubino, el médico que intervino quirúrgicamente al ex jugador por el citado hematoma subdural el 3 de noviembre de 2020, 22 días antes de su deceso en el barrio cerrado San Andrés de Tigre, brindará declaración este jueves.
El allanamiento en la Clínica Olivos
En el marco de la investigación, se realizó un allanamiento en la Clínica Olivos con el objetivo de obtener documentación relacionada con el tratamiento y la internación del exfutbolista entre el 3 y el 11 de noviembre de ese año.
Fuentes policiales informaron que el procedimiento fue ordenado para acceder a registros que no habían sido incorporados a la causa. Personal de la Dirección de Cibercrimen se presentó en el lugar y entrevistó al médico Juan Molinos, al gerente de la clínica Pablo Castiello, y al representante de Swiss Medical, Claudio Gabriel Ravinovich. Los responsables autorizaron el acceso a los sistemas informáticos.
Durante el operativo se incautaron documentos físicos y archivos digitales. Entre ellos, la historia clínica de Maradona (279 fojas), seis estudios de laboratorio y 547 correos electrónicos entre los profesionales investigados.
El abogado Mario Baudry, representante legal de Verónica Ojeda y Diego Fernando -hijo de ésta y Maradona- informó a este medio que los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tomasso y Julieta Makintach decidieron por unanimidad que se realice el procedimiento en el sanatorio y citaron a tres testigos para que presten declaración.
Serán declaraciones testimoniales de los tres facultativos, en torno a los análisis prequirúrgicos realizados a Maradona, antes de la intervención.
En el actual juicio están en el banquillo de los acusados Leopoldo Luque, neurocirujano y médico personal; Agustina Cosachov, psiquiatra; Ricardo Almirón, enfermero; Nancy Forlini, médica de Swiss Medical; Mariano Perroni, jefe de enfermeros; Carlos Díaz, psicólogo; y Pedro Di Spagna, médico clínico.
Respecto a la enfermera Dahiana Gisela Madrid, será juzgada en un juicio por jurados.
Todos están imputados por el delito de homicidio con dolo eventual, acusación que prevé penas de entre 8 y 25 años de prisión.