
Europa se encuentra enmarcada por las altas temperaturas. Máximas de 43 grados en España y Portugal, de 41 en Francia, de 40 en Italia, de 38 en Alemania son algunos de los ejemplos que sintetizan el clima por estas horas en el Viejo Continente.
Las autoridades de varios países pusieron en marcha nuevas medidas, como el cierre parcial de la Torre Eiffel en París o la prohibición de trabajar al aire libre en Italia, para mitigar los efectos del calor extremo.
España, por ejemplo, atravesó este martes una nueva jornada de alerta, con once comunidades en nivel naranja (riesgo importante) debido a máximas que oscilaron entre los 37 y los 43 grados.
En tanto, el calor sofocante se mantuvo en 16 departamentos franceses, entre ellos París, en alerta roja, y otros 68 en naranja debido a máximas entre los 36 y los 41 grados.
La torre Eiffel también se vio afectada ya que se decidió el cierre de su último piso -el tercer nivel, situado a 276 metros de altura- para las visitas hasta el 2 de julio.
Unas 1.350 escuelas de todo el país han cerrado sus puertas total o parcialmente, frente a las 750 de la víspera.
Varias regiones italianas, con Roma incluida, emitieron una ordenanza que prohíbe trabajar al aire libre desde las 12.30 a las 16.00 horas.
La medida se tomó después de que en Emilia Romaña un hombre de 47 años muriese mientras trabajaba bajo el sol en la construcción de una escuela.
Alemania se encuentra en el nivel de alerta por calor extremo en la mitad oeste y suroeste, con temperaturas hasta 38 grados.
En Gran Bretaña se mantiene la denominada alerta ámbar, penúltima de la escala, en gran parte de Inglaterra, aunque se espera que las temperaturas bajen a partir del miércoles. En este contexto se está desarrollando Wimbledon.
En Austria la inusitada ola de calor que sufre el país ha derivado en fuertes lluvias y tormentas eléctricas que causaron importantes deslizamientos de tierra en los Alpes tiroleses.