Miles de argentinos se hicieron presentes hoy en el estadio de Wembley para la “Finalíssima” entre la Selección nacional e Italia, y el celeste y blanco de las camisetas fue tiñiendo desde temprano, y de punta a punta, la histórica Londres.
La emoción y los cantitos argentinos se sintieron mucho más allá de las fronteras del estadio: la presencia albiceleste se notaba ya en el metro que va de Baker Street, en el centro de la capital inglesa, a la estación del legendario estadio de Wembley.
“Vine expresamente desde Nueva York a ver el partido”, le contó Estefan (25 años) a Télam. Su novia, Emilia (28), de Azerbaiyán, vestida con la casaca del seleccionado argentino se mostró emocionada: “Es mi primera vez en la cancha para ver a la Argentina”.
Gabriel (53) hizo un viaje más largo: Buenos Aires-Barcelona-Londres. “Pasé por España a buscar a mi viejo”, relató.
“Esto es una fiesta. Nunca pensé que íbamos a ser tantos argentinos. Es impresionante”, agregó.
Sin los clásicos puestos de choripán de los estadios argentinos, los hinchas se volcaron masivamente al consumo de las clásicas hamburguesas. Los más osados le apuntaron al sandwich de carne picada y salchicha, una comida de origen paquistaní.
“Es la primera vez que vengo a un partido en Wembley, y nada menos que para ver a mi seleccionado”, relató Maximiliano Castillo (42), constructor de puentes en Finlandia.
Ya en Londres se encontró con dos amigos, Martín y Cristian, que viven en Portugal. Su historia se replicó en miles de argentinos procedentes de distintos rincones europeos para ver a la famosa “Scaloneta”, como si España, Francia, Suecia o Dinamarca fueran Caballito, Barracas, Belgrano y Monserrat y el estadio de Wembley, La Bombonera o el Monumental o la cancha de Ferro.
En los bares de las cercanías, argentinos e italianos, tan parecidos en la euforia, le daban forma a la fiesta previa; y entre ellos estaba Fabiana, de 19 años, inglesa, estudiante de ingeniería mecánica y negocios financieros en Londres. La acompañaba su amiga Guadalupe Álvarez (20), argentina. Consiguieron entradas de hinchas que no pudieron llegar y las vendieron por redes sociales.
“Es hermoso y emocionante todo esto. Venir con una amiga argentina al estadio es como si viniera con una italiana. No veo por qué el hecho de ser rivales nos impediría disfrutar juntas un partido. Al fin y al cabo lo más lindo es pasarla con amigos”, dijo.
Maradona, homenajeado en Inglaterra dentro y fuera de la cancha
El astro del fútbol recibió un tributo desde la organización en la previa del choque entre la “Albiceleste” y la “Azurra”, pero también hubo mimos desde las dos hinchadas, que llenaron el estadio de banderas, insignias y remeras y le aportaron todo el color.
Aunque el 25 de noviembre de 2020 Diego Armando Maradona dejó de existir físicamente, está presente siempre. Y no podía ser de otra manera en la previa, durante y después del partido entre Argentina e Italia, por la Finalissima.
Descontando que entre la multitud argentina se lo iba a recordar, la huella que dejó Maradona en Nápoli también se vio reflejada entre los hinchas de la “Azzurra”.
Desde la organización hubo un acto oficial que fue encabezado por Benjamín Agüero. El hijo del “Kun” y nieto del “Diez” ingresó al terreno de juego de Wembley con una pelota en la cuál Maradona está sosteniendo la copa del mundo, con la inscripción de “La pelota no se mancha”, la frase que pronunció el día de su despedida. El nieto de Maradona estuvo acompañado por Javier Zanetti, vicepresidente del Inter.
Histórico banderazo de hinchas argentinos en Londres antes del choque con Italia
Los hinchas argentinos tomaron la Finalíssima con un típico entusiasmo mundialista y prueba de ello fue la multitudinaria manifestación del martes, donde centenares de aficionados llevaron adelante un bullicioso “banderazo” en apoyo del seleccionado dirigido por Lionel Scaloni.
La cita fue en la tradicional plaza de Trafalgar Square y en la convocatoria estuvieron hinchas ataviados con las camisetas argentinas y una enorme bandera, que además colgaron en las verjas que rodean el lugar enormes trapos con la cara de Diego Maradona y la referencia al “mejor del mundo”.
Esto y el tradicional cántico “el que no salta es un inglés” no podían faltar en obvia alusión a aquel inolvidable partido frente a Inglaterra en el mundial de México 1986.
Otras canciones de manual como “Vamos vamos Argentina, vamos vamos a ganar” y “Soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar”, también invadieron de sonoridad el tradicional paseo londinense.
Los que cantaron en su mayoría por Maradona también terminaron haciéndolo por Lionel Messi. El capitán argentino también fue objeto de adoración de parte de los hinchas que empezaron a vivir el Mundial de Qatar a pleno, a casi seis meses de su comienzo.
Unos mil hinchas viajaron directamente desde Argentina para ver el partido, pero otros 50.000 que habitan en distintas partes de Europa estuvieron en el renovado estadio de Wembley, que contó solamente con 1.000 italianos y el resto, hasta completar los 90.000 que agotaron las localidades, todos locales.
Fuente: Télam