El presidente Fernández inauguró la cumbre de la Celac. Aplaudió el regreso de Brasil y la participación del presidente, Lula da Silva en el encuentro regional.
El discurso del mandatario argentino estuvo marcado por la desigualdad en el mundo, la democracia y los bloqueos contra Cuba y Venezuela.
El jefe de Estado destacó que Latinoamérica es el continente más desigual del mundo y que para revertir esta situación, es necesario encarar un proceso que lleve a las naciones a la justicia social.
Habló de cambios después de la pandemia. Dijo que la globalización ya no funciona tal como funcionaba antes y que dejó en evidencia las carencias del sistema económico.
Lamentó lo ocurrido en Brasilia, el 8 de enero de este año, cuando centenares de simpatizantes de Bolsonaro intentaron tomar las sedes de los tres poderes del Estado.
Fue entonces cuando se refirió a los sistemas democráticos que están siendo golpeados por una derecha “recalcitrante”. Así como sucedió también con el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández.
“Tenemos que trabajar para garantizar y fortalecer la institucionalidad de nuestra región. Creemos en la democracia y la democracia está definitivamente en riesgo. Después de la pandemia hemos visto cómo los sectores de ultraderecha se han puesto de pie y están amenazando a cada uno de nuestros pueblos”.
Los bloqueos contra Cuba y Venezuela
Fernández condenó los bloqueos contra La Habana y Caracas. Definió a los bloqueos como un método muy perverso de sanción para los pueblos. Aclaró: “No para los gobiernos, sino para los pueblos”.
“Cuba lleva un bloqueo ya de más de seis décadas y eso es imperdonable. Venezuela padece otro tanto y nosotros tenemos que levantar nuestra voz”.