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Afirman que una semana sin redes sociales ayuda a la salud mental

Una semana de descanso de las redes sociales ayuda a reducir trastornos de la salud mental como depresión y ansiedad, según concluyeron investigadores de la Universidad de Bath, en el Reino Unido.

El proyecto -publicado en la revista estadounidense Cyberpsychology, Behavior and Social Networking- midió el impacto de suspender el ingreso a plataformas como Facebook, Instagram, Twitter o Tik Tok entre 154 personas de entre 18 y 72 años que las utilizaban hasta ocho horas durante siete días.

A un grupo se le pidió que dejara de utilizar las redes por una semana y a otro que siguieran sin cambios, mientras se adoptaban puntos de referencia para medir ansiedad, depresión y bienestar.

Los participantes a los que se les pidió que tomaran un descanso registraron mejoras significativas en comparación con el resto.

“Muchos de nuestros participantes informaron haber notado efectos positivos al alejarse de las redes sociales. Entre ellos, un mejor estado de ánimo y menos ansiedad. Esto sugiere que incluso un pequeño descanso puede tener un impacto”, comentó el investigador principal del Departamento de Salud de Bathz, el doctor Jeff Lambert.

Los investigadores planean realizar el experimento en diferentes poblaciones más jóvenes o con problemas de salud física y mental para establecer cómo podría beneficiarles esta desconexión.

Según la Royal Society of Public Health, las redes sociales pueden resultar adictivas en la adolescencia y la Academia de Neurología de Estados Unidos advirtió que el incremento en el uso durante la pandemia puede estar relacionado con la acentuación de los tics.

Liliana Mato, psiquiatra-psicoanalista, presidenta honoraria del Capítulo de Trastornos de la conducta alimentaria de la Asociación de Psiquiatras Argentinos, pondera de las redes sociales “múltiples aspectos positivos como la creación de blogs, videos y páginas que conectan gente con intereses comunes, compartir información e incluirse en grupos”.

Pero a la vez recuerda que “diversos estudios ponen de manifiesto que el tiempo prolongado dedicado a las redes genera cuadros de ansiedad, depresión, trastornos del sueño, distanciamiento afectivo y conductas adictivas a redes y/o juegos online”.

Mato es autora del libro “Anorexias y bulimias” en el que analizó la influencia de las redes en el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria. Para ella, en la cultura actual “predomina la imposición de mostrarse, en el sentido de mostrarse en imágenes, de darse a ver, (y) se instala una suerte de dictadura de la visibilidad, y esto no es sin efectos en la subjetividad”.

“En una sociedad cada vez más impregnada por la lógica de los reality shows, el photoshop y una comunicación a través de redes sociales fuertemente regida por imágenes (Facebook, Instagram, Snapchat y Tik Tok por dar ejemplos), se instala el imperativo de cómo deben ser los cuerpos, ajustándose a modelos hegemónicos de belleza establecidos. Esto necesariamente genera sentimientos de baja autoestima, insatisfacción y sufrimiento”, agrega.

También cuestionó “el objetivo del controvertido algoritmo de vincular a las personas según su interés y así promover más likes” porque “deviene en una verdadera pesadilla para muchos adolescentes. A partir de un hecho matemático sin connotación humana, esa reiteración incesante de mensajes impactan en sujetos vulnerables afectando su vida. Instagram ha sido denunciada por hacer apología de los trastornos de la alimentación”.