Mientras se cumplen 42 años del asesinato del músico y activista, emblema de la canción y poeta revulsivo; se diversifican las hipótesis de los motivos que empujaron al homicida a “la hazaña” y proliferan las teorías conspirativas.
Si bien su crimen deja varias aristas sin resolver y constituye un hito oscuro que golpeó a miles de corazones, hoy ponemos el foco en lo que dejó, en lo que cultivó y cosechó, en su legado, que vive hasta nuestros días en cada acorde de la música popular contemporánea.
Charly García, uno de los más importantes exponentes de la música argentina, coloca al pelilargo de Liverpool en un lugar privilegiado a la hora de pensar la matriz del rock nacional.
“Si alguien me dice que no le gustan Los Beatles, ya no confío tanto en él”, es una frase que se le atribuye a Charly y que él jamás desmintió. Qué mejor que recordar a Lennon a través de García. Qué mejor que el “padre” del rock nacional nos revele esa “extraña influencia” que atraviesa al mundo y se estaciona, con pinceladas de tango y folclore, en las entrañas de la cultura Argentina.
Cuando Carlitos, que estudiaba piano con los clásicos, Mozart, Beethoven, Chopin, escuchó el disco “Please Please Me” a los 12 años comprendió el mensaje: “Imaginate, ‘tocamos nuestros instrumentos, hacemos nuestras canciones y somos jóvenes’. Para mi época y mi formación, eso era muy raro”, relató en su biografía, escrita por Sergio Marchi.
“Estudiaba música clásica y no me gustaba la música popular, y cuando escuché a los Beatles me rompió la cabeza… Me pareció música clásica; eran jóvenes, tenían mucha plata, componían sus propias canciones. Eso hizo que yo esté acá hablando con vos y no en un conservatorio dando clases”, dijo Charly en una entrevista realizada con el periodista Beto Casella en 2012.
Cuando escuchó por primera vez “There’s a place”, la composición de John Lennon para aquel disco debut, algo hizo “click” en la cabeza del porteño, que incluso basó su filosofía “Say no more” en un fragmento de la película Help!.
Así, García fijó por transferencia un surco que conduciría por nuevos rumbos a un rock y un pop con base en Liverpool, pero con el idioma, los sentimientos y los olores de América del Sur.
“Hacen canciones basadas en cuartas y quintas que es una estructura que uso mucho, en lugar de un acorde, do-mi-sol, por ejemplo, le sacás la tercera y no es ni mayor ni menor, y eso yo lo uso mucho”, explicó García en la misma entrevista, en la que agregó: “tomé de ellos más que nada la atmósfera, yo tenía 12 años cuando empezaron los Beatles, y fue una evolución tan grande, como cambiaban de un disco para el otro”, rememoró.
Incluso, Charly llegó a copiarle el look a Lennon. “Me costaba un huevo porque las botas eran dificilísimas de conseguir. Vi unas en el Once que eran como tres números más chicas y me las compré igual, y sufrí como una madre”, recordaba en una entrevista con la revista Rolling Stone.
Cuando se enteró del asesinato de John, el rockero argentino lloró todo el día, perdido en un mar de palabras que no terminaban de caer, de sentimientos que no podía condensar: “al principio no sabía por qué estaba llorando, después me di cuenta de lo que estaba pasando”, dijo el cantautor en una entrevista con el entonces noticiero de ATC, hoy TV Pública.
“John Lennon para mi fue como un padre. Como un padre musical, como un padre espiritual. Fue alguien que me indujo a hacer música, alguien que me mostró un camino, alguien que reconocía sus errores, alguien que tenía la cabeza más adelantada que la gente de su época. Yo pienso que fue lo más grande que hubo en música desde hace mucho tiempo”, afirmaba el ícono de la música nacional, sin matices, a la TVP.
¿Quién fue John Winston Lennon?
Nació en Liverpool, donde siendo adolescente se vio inmerso en el boom británico del skiffle, un tipo de música originada por trabajadores pobres negros en Estados Unidos en la década de 1920.
Formó la banda The Quarrymen en 1956, que posteriormente en 1960 se convertiría en The Beatles, una de las más trascendentes de la historia del rock y el pop. Cuando el grupo se disolvió, Lennon inició una carrera como solista en la que publicó varios álbumes como John Lennon/Plastic Ono Band e Imagine, y canciones icónicas como “Give Peace a Chance” e “Imagine”, muchas de ellas con un fuerte contenido social.
Después de sellar su matrimonio con Yoko Ono en 1969 cambió su nombre a John Ono Lennon. En 1975 se retiró temporalmente de la escena musical para criar a su pequeño hijo Sean durante 5 años.
Lennon fue militante por el pacifismo y crítico del rol belicista de los EEUU en Vietnam. Apoyó la lucha de la comunidad negra y las mujeres y colaboró con el IRA (Ejército Republicano Irlandés) contra el dominio británico.
Su compromiso político fue constante a lo largo de su vida, por lo que fue espiado y perseguido por la CIA y el FBI y hasta estuvo a punto de ser deportado. Hasta nuestros días sigue en duda si Champan era realmente un fanático fuera de quicio o un instrumento de la inteligencia de EEUU, hipótesis que a través de los años cobró más fuerza a partir de decenas de revelaciones de espionaje.
Tras su resurrección artística junto a Yoko en 1980 con el lanzamiento del álbum “Double Fantasy”, Mark Chapman silenció a una de las voces más potentes de la cultura contemporánea. Una voz que no sólo proyectaba hermosas melodías y oníricos poemas, sino que, sensible y valiente, se hizo eco de diversas luchas contra profundas injusticias.