Un año más, otro, ya van 36. Y la historia se hace presente a cada paso cuando se rebobina el cuento. Y se entremezclan las sensaciones. Y laten las venas. Y hasta al ser más ajeno se le mueve el piso. Porque la indiferencia no tiene cabida cuando el arte invade. Y vaya si hubo arte aquel 22 de junio de 1986 sobre suelo azteca…

Con Diego Maradona como escultor del gol más maravilloso de la historia, Argentina venció por 2-1 a Inglaterra por los cuartos de final de una Copa del Mundo que finalmente quedaría en poder del seleccionado conducido por Carlos Bilardo.

Te extrañamos cada día pero nos dejaste obras como esta, que inmortalizaron el #DíaDelFutbolistaArgentino 🇦🇷
Gracias, #DiegoEterno ♾🔟

¡Feliz día para todos los jugadores de la #LigaProfesional y de todo el fútbol argentino! 💪 pic.twitter.com/vTZD72kB6k

— Liga Profesional de Fútbol (@LigaAFA) June 22, 2022

“Yo creo que es un gol soñado”, dijo alguna vez Diego. Y siguió: “No porque lo haya hecho yo. Como dice el Negro Enrique… Dice que me dio un pase que me dejó solo. Me la da lejos del arco. Tengo la suerte de encarar y ver a los ingleses que no me podían agarrar, no podían llegar a la pelota”.

“Cuando lo veo dudar a Fenwick le tiro la pelota para adelante -siguió cuando narró su obra en una entrevista con ESPN-. Se la tiro a él. Cuando se la tiro adelante, él me quiere meter la mano, pero yo venía a cien por hora. A mí no me paraba nadie. Cuando voy a patear lo veo a Shilton, que me tapa todo el arco. Cuando voy a patear, veo que Shilton sale así todo… Todo el arco me tapaba. Entonces, le amago, la juego cortita…”

Y definió: “Shilton queda despatarrado y la empujo… y siento una patada de Butcher en la derecha, en el tobillo. Me rompió el tobillo. Pero era tan grande la alegría del gol que no me dolió”.

Unos minutos antes había convertido el primero, el de “La Mano de Dios”. Y poco antes del final descontó Gary Lineker. Pero no le alcanzó a Inglaterra. Y Argentina siguió viaje a la consagración. Despachó a Bélgica tres días después en semifinales (2-0), y venció a Alemania en la final del 29 de junio por 3-2. Así la Selección se quedaría con su segunda Copa del Mundo. Sostenida por un equipo convencido, iluminada por un Maradona sublime.