
“Es la primera fiesta nacional que se adhiere a la ley de cupo femenino y que marca una presencia importante de mujeres, queremos hacer hincapié en esto”, destacó Gabriel Romero, presidente del Instituto de Cultura de Corrientes.
La programación del festival supera el 30 por ciento de presencia femenina establecida por la ley y de esta manera se diferencia del festival Serenata a Cafayate que no incluyó a ninguna mujer en su programación y es eje de una fuerte polémica.
“Nuestra forma de ser” es lema de esta edición. “La idea es entender al chamamé más allá de la música, como una forma de vida que integra la tradición, la historia, la memoria, se vincula con el paisaje, la gastronomía y la artesanía”, expresó Romero.
“Por otro lado -agregó- el chamamé es una música que se identifica una región amplia que incluye a parte de Paraguay y Brasil, por eso también es la fiesta del Mercosur, retomamos esa bandera”.
Este año la gran celebración chamamecera contará con la participación de 250 artistas (25 cada noche, además de la actuación de un músico paraguayo y otro brasileño en cada una de las 10 jornadas).
La apertura tendrá a las Hermanas Vera como centro en su jornada de apertura y a la cantora Ofelia Leiva en la clausura, dos expresiones que, con sus singularidades, sintetizan de alguna manera la tradición de la música del litoral.
La variedad musical de la grilla se apreciará desde el inicio con la actuación del dúo integrado por las cantantes Bonifacia y Rafaela Vera, oriundas de Caá Catí y con más de 50 años de trayectoria. Algunos clásicos del chamamé se encuentran grabados en el imaginario colectivo con la resonancia de sus voces.
El cierre estará a cargo de Ofelia Leiva que, además de su oficio de cantora, se erigió en una militante de la estética y una defensora de sus espacios en diferentes festivales del país. A pesar de sus problemas de salud confirmó su presencia en el desenlace del festival.