Todo tiene un porqué

Neorrealismo italiano y Federico Fellini

A mediados de la década de 1940, en Italia, el cine experimentó un renacimiento. A esta renovación se la llamó Neorrealismo.
Mostraba las consecuencias de la guerra: la hambruna, la pobreza, la herida abierta en la sociedad italiana. Fue un cine que surgió de los escombros.

El público empezó a conocer a directores como Roberto Rossellini, principal artífice del movimiento junto con Vittorio de Sica, y a Luchino Visconti, Giuseppe de Santis, Alberto Lattuada, Pietro Germi, Renato Castellani, Luigi Zampa, Carlo Lizzani, Francesco Maselli, Francesco De Robertis y un principiante Federico Fellini. “Roma, Ciudad Abierta”, “Ladrón de Bicicletas”, “Lustrabotas” y “Alemania, Año Cero”, son algunos de los títulos emblemáticos de esa época de posguerra.

Anna Magnani fue la gran actriz del Neorrealismo, un movimiento que le dio entidad a mujeres y niños, olvidados por el cine durante el régimen de Benito Mussolini.

En el programa de hoy nos centraremos, además, en la figura de Fellini, que si bien participó en los comienzos del movimiento, su mayor repercusión la tuvo en las décadas posteriores, cuando el Neorroalismo había finalizado. Con “La Strada”, “La Dolce Vita”, “Ocho y Medio” y “Amarcord”, entre otros filmes, pasó a la historia como uno de los cineastas más importantes y singulares del mundo.

Nos visitaron Eduardo Russo investigador de cine y artes audiovisuales y Luis Ormaechea, historiador en investigador de cine.