En Casa Salud

Mitos y verdades sobre la Ley de Etiquetado Frontal

Tras la fallida sesión, semanas atrás, se aguarda con expectativa que este martes 26 de octubre se debata y reglamente el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos que informa a las y los consumidores sobre la presencia de nutrientes críticos en los alimentos procesados.

Natalia Paratore entrevisto en conjunto a la senadora Nacional por Mendoza, Anabel Fernández Sagasti; impulsora del proyecto; y al nutricionista Hernán Maroni para develar los conceptos erróneos que circulan en torno al debate para sancionar esta Ley que busca informanos sobre qué comemos.

Unicef aseguró que el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal “beneficia a toda la sociedad argentina y especialmente a las familias más vulnerables”, por lo que es un mito que sea una “ley para personas ricas”.

Desde Unicef, consideraron que la iniciativa es “una medida fundamental de advertencia” que a través de octógonos negros en las etiquetas, permite “mejorar los entornos alimentarios para prevenir el sobrepeso y la obesidad, sobre todo en los sectores más vulnerables”.

Según la Organización Panamericana de la Salud, Argentina tiene la tasa más alta de exceso de peso en menores de 5 años de América Latina: un 13,6%.

Unicef también desmiente que el etiquetado tenga efectos negativos con relación a costos de fabricación, empaquetado y empleo.

“En cuanto a los costos iniciales que implica modificar las etiquetas, estos se realizan una única vez y consiste en imprimir los sellos necesarios para cada producto”, aclararon y explicaron que “la evidencia indica que cuando se modifican los hábitos de los consumidores, las empresas tienden a fabricar productos más saludables, lo que evitaría el costo que implica la modificación de un nuevo etiquetado”.