Internacional

Honduras: la izquierda volverá a la presidencia

Desde el 27 de enero, a Xiomara Castro le tocará gobernar un país golpeado por la violencia de las pandillas, el narcotráfico y dos feroces huracanes que en 2020 arrasaron la nación, donde el 59% de sus 10 millones de habitantes vive en la pobreza. La mandataria electa es la esposa de Mel Zelaya, depuesto por un golpe de estado en 2012.

La opositora Xiomara Castro, del partido de izquierda Libertad y Refundación (Libre), parecía hoy encaminada, en su segundo intento, a convertirse en la primera mujer presidenta electa de Honduras, según indicaba la enorme ventaja que llevaba en el escrutinio pese a una fuerte demora del recuento oficial, al punto que la mayoría de sus adversarios y las cámaras empresarias ya la dieron ganadora.

Un día después de las elecciones generales, a primera hora en Honduras -donde no hay segunda vuelta-, Castro reunía el 53,6% de los votos, lejos del 33,9% del candidato oficialista, Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN), que está en el poder desde hace 12 años, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), que, casi ocho horas después, seguía sin actualizar los resultados.

En tercer puesto figuraba el aspirante del Partido Liberal, Yani Rosenthal, con apenas un 9,20%.

“Buenas noches, ganamos”, dijo Castro, de 62 años, el domingo a la noche ante seguidores en Tegucigalpa, la capital.

Otro dato por demás extraño, que se sumaba al curioso retraso en la difusión de los resultados, es que ninguno de los restantes candidatos, otros 14, logró pasar siquiera los 5 mil votos y, en consecuencia, no alcanza el 0,4% de los sufragios.

Ese último parte se basa en el 51.45% de las actas escrutadas, lo que representa 9.411 actas sobre 18.293.

Medios de Tegucigalpa reseñaron que en las presidenciales de 2017 la tendencia cambió repentinamente, después de que el conteo se detuvo durante horas, y el triunfo pasó a manos del presidente Juan Orlando Hernández, aunque fue muy cuestionado. Protestas subsiguientes por sospechas de fraude, y su represión, dejaron entonces una treintena de muertos.

En los números actuales, Libre ganaba, además, 17 de los 18 departamentos y se quedaba con la alcaldía de Tegucigalpa para Jorge Aldana, quien escribió “la capital es Libre” en su cuenta de la red Twitter.

Con estos resultados, aunque cuando la oficialización parezca lejos, la esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya (2006-2009) se convertirá en la primera mujer en gobernar Honduras, luego de otro intento en 2013 y de haber sido candidata a vicepresidenta en 2017.

Zelaya también se sumó al festejo: “Gracias pueblo. Tú eres el protagonista de esta historia. Nunca te vamos a fallar”, celebró en Twitter.

Su derrocamiento, en junio del 2009, abrió lo que luego se llamó el “ciclo de golpes blandos” en América latina, que después se repitió en Paraguay, Brasil y Bolivia y amenazó con concretarse en varios países con Gobiernos progresistas de la región.

Las primeras felicitaciones desde el exterior hacia Castro parecen preanunciar un rumbo: expresaron su alegría por el resultado los presidentes de Cuba y Venezuela, Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro, el Grupo de Pueblo, que reúne a dirigentes de la izquierda latinoamericana, y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

“A 12 años del golpe de Estado contra el hermano Manuel Zelaya, el pueblo de Morazán retoma el camino de la esperanza otorgándole una histórica victoria a Xiomara Castro. La Patria Grande celebra el triunfo de la democracia y la Paz en Honduras. ¡Felicidades!”, escribió Maduro.

También con recuerdo al golpe contra Zelaya se pronunció Díaz-Canel: “Tuvieron que pasar 12 años del golpe de Estado contra Manuel Zelaya para que el pueblo hondureño pudiera lograr la contundente victoria de este domingo en las urnas. Felicidades a la presidente electa, Xiomara Castro. América Latina y el Caribe también celebra con Honduras”.

Al igual que Castro, Asfura se declaró vencedor tras la difusión de los primeros resultados, a pesar de las órdenes del CNE a los partidos políticos de esperar los cómputos oficiales, y desde entonces ninguno de los dos hizo nuevas apariciones públicas.

“Tiendo la mano a mis opositores porque no tengo enemigos; llamaré a un diálogo con todos los sectores” de Honduras, aseguró Castro.

De confirmarse su victoria, la entonces mandataria electa sustituiría a Hernández, quien gobernó por dos períodos consecutivos y culmina su mandato en medio de acusaciones de narcotráfico desde Estados Unidos.

Desde el 27 de enero, a Castro le tocará gobernar un país golpeado por la violencia de las pandillas, el narcotráfico y dos feroces huracanes que en 2020 arrasaron la nación, donde el 59% de sus 10 millones de habitantes vive en la pobreza.

El desempleo pasó de 5,7% en 2019 a 10,9% en 2020, en gran parte debido a la pandemia del coronavirus. Todo ello empuja a miles de sus ciudadanos a tratar de migrar irregularmente a Estados Unidos en busca de trabajo.

Aunque en los comicios de ayer también se eligieron 128 diputados y 298 alcaldes, no había información sobre ese reparto aún.

Aunque nadie del todavía gobernante PN había asumido la derrota, sí reconoció el triunfo de Castro el tercero en la compulsa, el liberal Rosenthal, que dijo haber llamado a Zelaya para saludarlo y aclaró que “el reconocimiento de ninguna manera es un cheque en blanco, sino un compromiso total para acompañar al nuevo gobierno, vigilar su desempeño y exigir los resultados”, según el sitio del diario El Heraldo.

Por su parte, el titular del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, felicitó “a Castro, al Partido Libre y a todo el pueblo de Honduras”.

“Desde el Cohep reiteramos nuestro compromiso para trabajar de forma conjunta en la de reactivación económica que permita la generación de empleo digno e inclusivo”, escribió Sikaffy, mensaje que Castro retribuyó: “Sé que contamos con el sector privado para diseñar y ejecutar políticas públicas para desarrollar el país económica y socialmente”, tuiteó la mandataria electa.