Es el segundo intento para removerlo del cargo en menos de un año.
La Asamblea Nacional resolvió por 88 votos de los 116 legisladores presentes en la sesión que avance el juicio político al presidente del país.
“Él va a acudir a la Asamblea Nacional (Parlamento) a defender su posición y a demostrar la verdad”, expresó Lasso al canal ecuatoriano Ecuavisa.
El mandatario de derecha es acusado de corrupción en torno a los contratos para el transporte de hidrocarburos entre la empresa estatal Flopec y Amazonas Tankers, entre 2018 y 2020.
Según la acusación, pese a que Lasso fue advertido de que el contrato era lesivo para el país, con un perjuicio al Estado estimado en 6,1 millones de dólares, según la Contraloría General del Estado, el mandatario no suspendió el acuerdo.
¿Cómo sigue el proceso?
La ley de Ecuador establece que los parlamentarios deben recibir la carpeta con el análisis del juicio político y ser convocados a una nueva sesión en los próximos cinco días, donde deberán pronunciar a favor o en contra de la destitución.
En dicha sesión, los legisladores podrán interpelar a Lasso en torno a las pruebas solicitadas. El presidente también tendrá espacio para hacer su defensa.
Luego, se avanzará con la votación en el recinto.
Para aprobarse la remoción se deben reunir un mínimo de 92 votos de los 137 miembros.
Una posibilidad latente es que Lasso haga uso de sus facultades, disuelva el Congreso y llame a elecciones generales anticipadas.
En caso de ser destituido, el vicepresidente asumiría la primera magistratura hasta el año 2025.
El juicio es impulsado por integrantes del movimiento Revolución Ciudadana, identificados con el expresidente Rafael Correa, actualmente radicado en Bélgica. La presentación la realizó la parlamentaria Viviana Veloz.
El correismo ganó impulso en las últimas elecciones, en las cuales logró aumentar las bancas del Congreso llegando a reunir 50, y varias gobernaciones importantes.
El partido oficialista Creando Oportunidades (CREO) cuenta apenas con una docena de legisladores.